La sección octava de la Audiencia de Gijón ha condenado a un hombre de 44 años a 15 años de cárcel por la agresión sexual continuada a su hijastra. La decisión, que ratifica la gravedad de los hechos ocurridos desde que la víctima tenía once años hasta los diecisiete, marca un hito en la lucha contra la violencia sexual en Asturias.
La joven, cuyo valor al denunciar estos hechos ha sido clave, relató un patrón sistemático de abusos iniciados con tocamientos indebidos y que escaló a violaciones repetidas en un piso propiedad del agresor. El condenado, quien negó los cargos en el juicio, aprovechaba su posición para recoger a la menor del colegio y llevarla al lugar donde consumaba los abusos.
Además de la pena de prisión, el tribunal ha impuesto al condenado la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 200 metros y de comunicarse con ella por cualquier medio durante 16 años. También se le ha impuesto una libertad vigilada de ocho años y el pago de una indemnización de 30.000 euros por daños morales.
Las agresiones, que se prolongaron desde marzo de 2015 hasta noviembre de 2021, han dejado profundas secuelas en la joven, quien ha recibido apoyo integral en el Centro de Atención a Víctimas de Agresiones Sexuales y Malos Tratos (Cavasym).
Este caso ha suscitado una amplia reacción social y política en Asturias, resaltando la importancia de proteger a los menores de agresiones sexuales y la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención y apoyo a las víctimas. La sentencia, aunque no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias, es un claro mensaje de tolerancia cero ante tales actos de violencia.