En el encantador pueblo de Taramundi, ubicado en el occidente de Asturias y fronterizo con Galicia, se desarrolla una antigua tradición de cuchillería que data del siglo XIX. Este lugar, donde aún se habla eonaviego, una mezcla de gallego y asturiano, es famoso por sus navajas de Taramundi, consideradas entre las mejores del mundo. Durante la época navideña, las calles de Taramundi se iluminan con pequeñas bombillas, creando un ambiente mágico y místico.

Ana María Pulido, dueña de una tienda de regalos y esposa del sobrino de Mario Castelao, un célebre cuchillero local, ofrece una variedad de estas famosas navajas. El taller de Castelao, conocido por su temple perfecto de hojas, ha dejado un legado invaluable en la cuchillería. Taramundi no solo destaca por su cuchillería, sino también por sus paisajes naturales, molinos hidráulicos y arquitectura tradicional.

Juan Carlos Quintana, un artesano con más de 28 años de experiencia, es una figura clave en la preservación de esta tradición. Comenzó su carrera a los 21 años y ahora dirige un taller productivo que emplea a varios artesanos. Él y otros maestros cuchilleros se dedican a mantener vivas las técnicas y secretos de la fabricación de navajas de Taramundi.

Las navajas de Taramundi son famosas por su calidad y diseño único, con un legado que se remonta a la época prerromana. Los cuchilleros locales utilizan técnicas tradicionales para trabajar el hierro y fabricar estas piezas. Aunque la tecnología moderna ha llegado a algunos talleres, muchos artesanos, como Antonio Díaz y sus hijos, continúan utilizando métodos tradicionales. Díaz es conocido por su habilidad para transformar rápidamente acero y madera en navajas perfectas.

La comunidad de Taramundi está trabajando para que sus navajas obtengan una Denominación de Origen Protegida (DOP) o una Indicación Geográfica Protegida (IGP), lo que les daría reconocimiento y protección a nivel europeo. Esto reflejaría no solo la calidad de sus productos, sino también su importancia cultural y patrimonial.

Esta narrativa captura la esencia de Taramundi, un lugar donde la tradición y la modernidad se entrelazan, y donde las navajas no son solo herramientas, sino también un símbolo de orgullo, historia y artesanía.