La Navidad Asturiana brilla con luz propia este año, gracias a la colaboración de 292 colegios e institutos de Asturias, que se unen para celebrar estas festividades con un profundo respeto hacia las tradiciones regionales. Desde Ribadedeva hasta Cangas del Narcea, pasando por las principales ciudades y los majestuosos Picos de Europa, estas instituciones educativas están inmersas en la celebración de una Navidad asturiana genuina, destacando la figura de L’Anguleru como una alternativa cultural a la figura de Papá Noel.
Los centros educativos, en colaboración con asociaciones culturales, han establecido una comunicación directa con L'Anguleru, sumergiéndose en una variedad de actividades que incluyen desde la decoración festiva hasta la participación en concursos artísticos. La figura de L’Anguleru, promovida por la Asociación Cultural Garabuxada durante 15 años, se ha convertido en un símbolo de la preservación de tradiciones casi olvidadas, logrando una mezcla única de folklore y modernidad que resuena con las nuevas generaciones.
Esta iniciativa no solo celebra la tradición sino que también enfatiza valores fundamentales como la protección del medio ambiente y el arraigo por el medio rural, sea en la costa, el interior o en las montañas. L’Anguleru, reconocido por llevar regalos en Nochebuena, también ayuda a revivir costumbres asturianas navideñas como el Nataliegu, el Ramu Nadal y el tradicional aguinaldo. Con estas actividades, la Navidad en Asturias se convierte en una experiencia educativa y culturalmente enriquecedora, marcando un hito en la forma de celebrar la festividad.
QUIÉN ES L’ANGULERU… EN UN MINUTO
¿Quién es L’Anguleru?
L’Anguleru es el Papá Noel asturiano. Es el personaje navideño que se encarga de repartir los regalos por Asturias en Nochebuena.
¿Cuándo llega a Asturias?
L’Anguleru llega a Asturias a comienzos de diciembre para prepararse de cara a la Nochebuena.
Durante todo el año vive en el Mar de los Sargazos, en el Caribe, cuidando de las angulas y limpiando los mares de todo el mundo. El último domingo de noviembre parte para Asturias para llegar el primer viernes de diciembre a una playa del Principado.
Durante el mes de diciembre recorre los 78 concejos asturianos comprobando el estado de la naturaleza. Así se cerciora de que su embarcación L’Angulina podrá navegar sin ningún problema en Nochebuena. L’Anguleru reparte los regalos subido en una chalana, L’Angulina, que navega por ríos, riachuelos, pantanos y playas… en definitiva por cualquier lugar que tenga agua y en Asturias agua la tenemos por todos los lados.
¿Quién ayuda a L’Anguleru?
Las Llendadoras y los Llendadores son los ayudantes de L’Anguleru. Son como los pajes de los Reyes Magos.
L’Anguleru no trabaja solo, tiene muchos ayudantes, son las Llendadoras y Llendadores. En cada concejo de Asturias hay un Llendador o un grupo de Llendadores. La jefa de todos los Llendadores de Asturias es Lolina, la rulera, que el día de Nochebuena viaja junto a L’Anguleru en la chalana, en L’Angulina.
Lolina vive en Asturias y se encarga de que los Llendadores y Llendadoras tengan en las mejores condiciones los ecosistemas del Principado. Ella organiza todo lo referente a la llegada de L’Anguleru y distribuye el trabajo entre todos los ayudantes de L’Anguleru por Asturias. Es la mandamás de los Llendadores y Llendadoras.
¿Dónde reside la magia de L’Anguleru?
L’Anguleru se convierte en un personaje mágico cuando lo ilumina la luz que se desprende de quemar el Nataliegu el tronco mágico de la Navidad. Una luz que lleva guardada en su farol.
L’Anguleru es una persona normal que se convierte en mágico entre el atardecer de Nochebuena y el alba de Navidad. Esa magia que le permite recorrer toda Asturias en una noche se la da la luz que se desprende de quemar el Nataliegu, el tronco mágico de roble la tarde de Nochebuena.
L’Anguleru guarda la luz del Nataliegu en su farol y a medida que ilumina las cosas y a las personas estas se van convirtiendo en seres mágicos pero previamente la Magia de la Navidad los tuvo que haber elegido para serlo. De esta manera Lolina y todos los Llendadores se transforman en personajes de fantasía y magia nada más que la luz del farol de L’Anguleru los ilumina. Pero esa magia desaparece con el alba de Navidad.