Greenpeace ha alertado en la COP28 sobre las consecuencias mortales de las emisiones de grandes petroleras y gasistas europeas. El informe presentado indica que estas emisiones podrían causar 360.000 muertes prematuras para fin de siglo, atribuyendo 26.000 de ellas a Repsol debido a temperaturas extremas. Este número podría ser incluso mayor si se consideran otros impactos climáticos y la contaminación del aire por combustibles fósiles. Greenpeace insiste en un cese rápido y definitivo del uso de combustibles fósiles para prevenir millones de muertes prematuras a nivel mundial.