Un reciente informe de la Fundación Mutua de Propietarios ha arrojado luz sobre una crisis de accesibilidad en Asturias, afectando gravemente a las personas con movilidad reducida. El 32% de los ciudadanos con esta condición han tenido que cambiar de domicilio debido a la falta de instalaciones adecuadas, lo que subraya una necesidad urgente de reformas en la región.
La encuesta, que incluyó a una amplia gama de residentes asturianos, reveló que la mayoría de los edificios en Asturias no están equipados para satisfacer las necesidades de las personas con discapacidades físicas. Sorprendentemente, el 66% de los encuestados cree que es poco o nada probable que se realicen mejoras en la accesibilidad de sus edificios. Este pesimismo se atribuye principalmente a limitaciones económicas y la falta de acuerdo entre los vecinos.
Más allá de los desafíos físicos, la falta de accesibilidad está teniendo un profundo impacto emocional y psicológico. Según el estudio, un 60% de las personas con movilidad reducida se sienten mal consigo mismas debido a la falta de autonomía, resaltando la relación directa entre la accesibilidad física y la salud mental.
El informe también destaca la dependencia de estas personas de familiares y amigos para superar las barreras de movilidad, con un 73% requiriendo asistencia regular. Además, la brecha digital se ha identificado como un obstáculo adicional, especialmente entre las personas mayores de 60 años.
A pesar de los avances tecnológicos que han facilitado algunas gestiones, la realidad es que el 87% de los edificios de viviendas en Asturias necesitan realizar actuaciones para eliminar barreras arquitectónicas. El costo promedio de las adaptaciones necesarias asciende a 662€ por hogar, una suma considerable para muchos.
La Fundación Mutua de Propietarios, que llevó a cabo el informe, está comprometida con mejorar la calidad de vida de las personas con movilidad reducida. Su enfoque se centra en promover la accesibilidad y la integración de tecnologías avanzadas para mejorar las condiciones de vida de estas personas.
Este estudio subraya la necesidad crítica de un enfoque proactivo y compasivo hacia la accesibilidad en Asturias, no solo como un imperativo arquitectónico sino también como un requisito esencial para el bienestar emocional y la independencia de sus ciudadanos.