El Rey Felipe VI de España ha enfatizado en su discurso de apertura de la XV legislatura la necesidad de una España "sólida y unida", libre de "divisiones o enfrentamientos". Este mensaje llega en un contexto político marcado por tensiones y desafíos significativos.
El monarca comenzó su intervención felicitando al presidente Pedro Sánchez por su elección y remarcando la importancia de la democracia en el desarrollo político de España. Puso especial énfasis en el valor histórico y actual de la Constitución Española, considerándola una "orgullosa reafirmación" de la capacidad de la nación, más allá de una simple referencia histórica. En este sentido, subrayó la importancia de la Transición y cómo la Constitución representa un compromiso con las generaciones futuras.
Durante su discurso, Felipe VI se dirigió especialmente a los jóvenes, inspirado por el reciente juramento constitucional de la princesa Leonor. Destacó el papel de los jóvenes en la vida política, especialmente aquellos que ejercieron su derecho al voto por primera vez en las recientes elecciones. Resaltó la necesidad de un marco democrático estable, como el proporcionado por la Constitución, para que los jóvenes puedan prosperar en una España cohesionada y unida.
Además, el Rey enfatizó que los valores de la Constitución, como la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político, son fundamentales para la convivencia democrática y deben proyectarse hacia el futuro. Resaltó que estos valores no están anclados en el pasado, sino que deben evolucionar y adaptarse a los tiempos modernos.
Felipe VI también hizo un llamado a la responsabilidad de las instituciones para legar a las generaciones jóvenes una nación unida, sin divisiones ni enfrentamientos. Remarcó que España ha sido históricamente una nación construida por personas de diversas procedencias e ideologías, pero unidas por el objetivo común de mejorar el país.
De esta forma, el discurso del Rey Felipe VI en la apertura de la XV legislatura se centró en la unidad, la estabilidad, y la importancia de la Constitución en el contexto actual de España, haciendo especial hincapié en la participación y el futuro de los jóvenes en la vida política del país.