El Gobierno de Asturias ha anunciado que el nivel de ejecución presupuestaria para 2023 se perfila para superar los años anteriores, alcanzando cifras cercanas a la media nacional. Con una movilización de 746 millones de euros, representando casi el 75% de las inversiones previstas y superando en 186 millones lo ejecutado en 2022, el Ejecutivo se posiciona como un referente en la gestión de recursos. Sin embargo, esta aparente eficiencia trae consigo una serie de cuestionamientos sobre la planificación y el impacto real de estas inversiones.

Pese a que se destaca un aumento en la fase de adjudicación de proyectos, con una inversión de 555 millones de euros, un aumento de 148 millones en comparación con el año anterior, analistas y observadores señalan posibles fallos en la estrategia de ejecución. La concentración de gran parte de la ejecución presupuestaria y de los compromisos de pago en el último trimestre del año sugiere una posible gestión apresurada y no proactiva, lo que podría afectar la calidad y la eficacia a largo plazo de los proyectos en marcha.

Entre los proyectos de gran envergadura destacan la reforma y ampliación del Hospital de Cabueñes y el desdoblamiento de la AS-17. Aunque son inversiones significativas, surgen dudas sobre si estas responden adecuadamente a las necesidades de la comunidad o si están más impulsadas por la presión de utilizar los fondos asignados.

El gobierno también ha implementado medidas para agilizar los procesos de tramitación, como la creación de una central de compras para unificar la contratación de todas las consejerías. Esta medida, aunque busca eficiencia, ha generado preocupaciones sobre la posibilidad de que se comprometa la transparencia y la igualdad de condiciones para los proveedores.

A pesar de haber logrado la certificación del 100% de la inversión prevista en los fondos Feder, persisten las dudas sobre la calidad y el verdadero impacto de los proyectos financiados por estos fondos.

Así pues, mientras el Gobierno de Asturias se enorgullece de sus logros en términos de ejecución presupuestaria, estos avances están empañados por preocupaciones sobre la planificación estratégica y la efectividad a largo plazo de sus inversiones. Los próximos meses serán clave para evaluar si estas cifras se traducen en mejoras concretas y sostenibles para los ciudadanos de Asturias.