El mercado inmobiliario en España experimenta un enfriamiento en 2023, con una caída estimada del 10% en compraventas y un 18% en hipotecas. A pesar de este retroceso, los precios de las viviendas no han sufrido un ajuste significativo debido a la escasa oferta disponible, especialmente en áreas urbanas.
Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, destaca que la tendencia hacia la urbanización mantiene la demanda en las grandes ciudades, impidiendo un descenso notable en los precios. Además, la situación económica actual, marcada por la inflación y las incertidumbres geopolíticas, ha restringido el desarrollo de nuevos proyectos residenciales, lo que ha contribuido a la escasez de oferta.
En cuanto a las hipotecas, la política restrictiva del Banco Central Europeo ha encarecido la financiación, disuadiendo a potenciales compradores. Para 2024, se espera una leve recuperación en las operaciones inmobiliarias, aunque la tendencia será moderada.
La ley de alquiler aprobada en mayo de 2023, que limita las subidas de renta, ha generado cierta reticencia entre los propietarios e inversores, lo que podría afectar la disponibilidad de viviendas para alquilar en el futuro.
Conclusión:
El mercado inmobiliario español afronta un período de ajuste, con una demanda en declive y un entorno económico incierto. Sin embargo, la limitada oferta de viviendas mantiene los precios relativamente estables, evitando un desplome en el sector.