En un esfuerzo por combatir el vandalismo recurrente, el Ayuntamiento ha emprendido obras de reparación en el zócalo interior de la antigua Pescadería, un emblemático edificio que sirve de acceso al Paseo de la Ría y al Centro Niemeyer. La decisión de invertir cerca de 24.000 euros en estas obras refleja la creciente preocupación por el deterioro del patrimonio urbano debido a actos vandálicos.

Los repetidos ataques han llevado a las autoridades a reemplazar el pladur original, que ha sufrido daños en varias ocasiones, por una chapa de acero corten más resistente. Este cambio no solo busca reparar los daños existentes, sino también prevenir futuros actos de vandalismo, asegurando así la preservación de este importante punto de paso peatonal en la ciudad.

"Es lamentable que tengamos que recurrir a medidas tan extremas para proteger nuestro patrimonio", declaró un portavoz del Ayuntamiento. "Pero estos actos vandálicos no solo dañan la propiedad, sino también el espíritu comunitario y la historia de nuestra ciudad".

La intervención, que ya ha comenzado esta semana, se extenderá por un mes. Incluye la retirada del pladur dañado y su reemplazo por chapa de acero corten, que luego será barnizada. Esta medida se espera que disuada futuros actos de vandalismo, dada la mayor resistencia del material.

Este incidente resalta la problemática del vandalismo urbano y su impacto en el patrimonio y los recursos municipales. El Ayuntamiento espera que la restauración de la antigua Pescadería sirva como un recordatorio de la importancia de respetar y preservar los espacios públicos, instando a los ciudadanos a ser parte activa en la protección del patrimonio de la ciudad.

El caso de la antigua Pescadería no es único, y se suma a una serie de actos similares en la ciudad, lo que ha generado un debate sobre la necesidad de medidas más efectivas para prevenir el vandalismo y promover una mayor conciencia cívica.