En anticipación a la investidura de Pedro Sánchez, el Ministerio del Interior ha organizado un despliegue de seguridad masivo en Madrid, movilizando a cerca de 1.600 agentes, incluyendo 1.400 miembros de las Unidades de Intervención de la Policía (UIP). Este operativo es uno de los más grandes en la historia reciente de la ciudad, superado solo por eventos como la final de la Copa Libertadores en 2018 y la Coronación de Felipe VI en 2014.
Sánchez, quien cuenta con el apoyo garantizado de 179 votos para su investidura por mayoría absoluta, se enfrenta a un ambiente político tenso. Su acuerdo con partidos como ERC, Junts, PNV, BNG y Coalición Canaria, y la propuesta de la ley de amnistía, han desencadenado manifestaciones en todo el país.
El epicentro de las tensiones y el despliegue policial es el barrio de las Cortes en Madrid, que ha sido blindado desde días previos a la investidura. Las autoridades han llevado a cabo inspecciones exhaustivas de los edificios circundantes, incluyendo la búsqueda de posiciones para francotiradores y la verificación de identidades de residentes y visitantes.
La situación en Madrid se ha vuelto aún más volátil, con otro día más de concentraciones frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz, que ha derivado en disturbios.
Este nivel de seguridad y las respuestas de protesta resaltan la división y el descontento social actual en España, poniendo de relieve los desafíos que enfrentará el gobierno de coalición en su nueva legislatura. Con la investidura de Sánchez a la vuelta de la esquina, Madrid se mantiene en un estado de alerta y vigilancia, anticipando posibles desarrollos en los próximos días.