Aníbal Vázquez, el alcalde de Mieres, falleció ayer a los 68 años, dejando una profunda huella en su comunidad y más allá. Su muerte ha suscitado una oleada de condolencias y tributos de respeto y cariño de diversas personalidades y entidades.
Yolanda Díaz, Vicepresidenta Segunda del Gobierno de España y Ministra de Trabajo y Economía Social en funciones, expresó su pesar destacando a Vázquez como "gran alcalde de Mieres, muy querido por sus vecinos y vecinas, y defensor de lo público" y un "comunista honesto que siempre luchó a favor de la gente trabajadora".
Alberto Garzón, exministro de Consumo, también rindió homenaje a Vázquez, refiriéndose a él como una "referencia moral y política de toda la organización de Izquierda Unida" y expresó que le echarían "mucho de menos".
Carmen Moriyón, alcaldesa de Gijón, y Adrián Pumares, secretario general de Foro, se unieron en el luto, destacando el cariño y el respeto que Vázquez inspiraba en todos.
Álvaro Queipo, portavoz parlamentario del PP, extendió su más sentido pésame a todos los mierenses y elogió a Vázquez como "un buen paisano que se hacía querer mucho más allá de ideologías o partidos".
Ignacio Villaverde, rector de la Universidad de Oviedo, lamentó profundamente la pérdida, resaltando la contribución de Vázquez a la universidad y a Mieres, y describiéndolo como una persona de "corazón enorme" y un "luchador".
El Ayuntamiento de Mieres se llenó de crespones negros y la ciudad mostró su luto de forma tangible. La popularidad de Vázquez era incuestionable, como lo demuestra la larga cola para acceder a su capilla ardiente en el Ayuntamiento.
Personalidades como Javier Fernández, expresidente del Principado, y dirigentes de Izquierda Unida, así como concejales del PP, PSOE y Vox, se unieron en el duelo. Una declaración institucional firmada por todos los partidos describió a Vázquez como "un alcalde honesto, íntegro y humilde".
Aníbal Vázquez fue un líder dedicado, respetado y querido, cuyo legado perdurará en Mieres y más allá. Su compromiso con la justicia social, la transparencia y el bienestar de su comunidad ha dejado una impresión indeleble en aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo y trabajar con él. Su partida marca no solo la pérdida de un político dedicado, sino también de un ser humano excepcional, cuya memoria seguirá inspirando a generaciones futuras.