La aparición de nuevos portadores del VIH no se detiene a pesar de los grandes esfuerzos realizados en su prevención. Entre los años 2001 y 2010 la tasa de nuevas infecciones sigue siendo alta y estable: alrededor de 2,7 millones en todo el mundo. El descenso en la tasa anual respecto a 2001 es del 15%, una cifra significativa pero insuficiente. Por eso es necesario implementar nuevas herramientas que permitan combatir las nuevas infecciones.
La aplicación innovadora de las terapias existentes puede ayudar a controlar el avance del VIH. Administrar una pauta corta de antirretrovirales después de un contacto de riesgo (profilaxis post-exposición) reduce las probabilidades de contagio.
Así lo indica un ensayo clínico publicado en Antiviral Therapy con 255 pacientes de los Hospitales Clínic, del Mar, Universitari de Tarragona Joan XXIII, Sant Pau, Germans Trias i Pujols y Mutua de Terrassa.
Una última barrera cuando todo lo demás ha fallado
Ninguno de los pacientes que recibieron el tratamiento preventivo acabó contrayendo el VIH, cuando el promedio de transmisión se sitúa por encima del 1% tras un contacto de riesgo. En ningún caso esta estrategia puede considerarse una protección ante la infección, pero es una última barrera de seguridad cuando todas las otras existentes hayan fallado.
Cada año más de 400 personas reciben la profilaxis post-exposición en el Hospital Clínic de Barcelona tras relaciones sexuales, habitualmente esporádicas, en las que se ha producido algún accidente en la aplicación de medidas de prevención o estas han sido insuficientes. Se trata de una opción farmacéutica poco conocida por las personas interesadas y por la comunidad médica.
FOTO: El tratamiento con antirretrovirales tras un contacto de riesgo puede prevenir el contagio por VIH. Imagen: Myke Blith