Guterres promete nuevas iniciativas para acabar con la violencia contra las mujeres

Guterres promete nuevas iniciativas para acabar con la violencia contra las mujeres

GINEBRA,  (ACNUR/UNHCR) – El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, reafirmó el viernes el compromiso de su Agencia para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas desplazadas, al tiempo que destacó la magnitud del problema y prometió nuevas iniciativas para hacerlo frente en 2012.

“Tenemos un largo camino por recorrer” dijo al personal reunido en el atrio de la sede de ACNUR en Ginebra al comienzo de los 16 Días de Activismo Contra la Violencia de Género que se celebran cada año, una campaña internacional que surgió del primer Instituto de Liderazgo Global de Mujeres en 1991.

Guterres también subrayó los progresos que se han realizado en muchas áreas desde que ACNUR lanzó en 2001 los Cinco Compromisos del Alto Comisionado para las Mujeres Refugiadas, cuando la Agencia de la ONU para los Refugiados publicó su primera guía para combatir la violencia sexual y de género, tras años de trabajo enfocados a mejorar la situación de las mujeres refugiadas.

“Hace años las mujeres apenas estaban representadas en la gestión del campo. El registro, la documentación y la distribución de comida no eran individuales, sino que se entregaban a los cabeza de familia, que normalmente eran hombres. El material sanitario no era parte del paquete estándar de asistencia. Hemos avanzado mucho desde entonces, pero nuestros logros en los cinco compromisos también ponen de relieve todo lo que queda por hacer” añadió António Guterres.

 

Entre otras estadísticas relevantes, el año pasado el 83% de las personas bajo el mandato de ACNUR que vivían en campos de refugiados y que informaron de casos de violencia sexual o de género fueron derivados para asistencia. En asentamientos urbanos, el 97% de los casos denunciados fueron derivados. Mientras tanto, hombres y mujeres fueron igualmente representados en un tercio de los comités de los campos de refugiados; más de la mitad de las mujeres y niñas refugiadas recibieron material sanitario, y en la mayoría de los campos de refugiados las mujeres constituían al menos la mitad de los representantes en la distribución de alimentos.

“Cientos de miles de mujeres son objeto de actos brutales de violencia cada año, y ayudar a prevenir esto debe seguir siendo una de nuestras principales prioridades” dijo el Alto Comisionado. Guterres contó al personal que se lanzarán nuevos proyectos en 2012 para ayudar a prevenir y responder a la violencia sexual y de género. “Es una prioridad institucional” añadió.

“Los 16 Días de Activismo son una oportunidad de subrayar nuestro compromiso, pero está claro que nuestra respuesta, tanto personal como colectiva, no se puede limitar sólo a estos 16 días” dijo Guterres.

Las oficinas de ACNUR en el mundo están organizando actividades para conmemorar la campaña de este año, cuyo slogan es “De la paz en casa a la paz en el mundo”. La campaña se centrará en combatir la violencia contra las mujeres y las niñas tanto fuera como dentro de sus casas, destacando el papel positivo que tanto hombres como niños pueden jugar para lograrlo.

 

El personal también participará en esta campaña contra la violencia hacia las mujeres a través de una actividad artística interactiva, creando unas colchas por la paz en los hogares. Éstas serán fabricadas con piezas de tela diseñadas individualmente y representando palabras e imágenes que la gente asocie a la idea de la paz en el hogar.

Los 16 Días de Activismo se prolongarán hasta el Día Internacional de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre. Como en años anteriores, ACNUR también destacará el trabajo de la campaña del lazo blanco, una iniciativa lanzada por hombres y dirigida a ellos para animarles a no cometer, condonar o silenciar la violencia contra las mujeres. Se invita a todo el mundo a llevar una cinta blanca en señal de compromiso con esta iniciativa

 

FOTO: © ACNUR/D.Marie. Mujeres refugiadas de Sudán en un campo en el este de Chad. Muchas mujeres y niñas refugiadas son vulnerables a la violencia

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