El conductor del autocar de los Lagos rechaza la "Maniobra Incorrecta" atribuida por la Guardia Civil

El conductor del autocar de los Lagos rechaza la "Maniobra Incorrecta" atribuida por la Guardia Civil

El pasado 31 de julio, un incidente que pudo terminar en tragedia sacudió la serena belleza de los Lagos de Covadonga: un autobús de ALSA, operando bajo el Plan de Acceso al Parque Nacional, se vio envuelto en un siniestro que dejó 49 personas heridas, seis de ellas de gravedad. El suceso, que tuvo lugar cerca del mirador de La Reina poco después del mediodía, ha sido objeto de un exhaustivo informe por parte de la Benemérita, que concluyó que el percance fue producto de una "maniobra incorrecta" ejecutada por el conductor durante un cruce.

La Guardia Civil sostiene que el autobús, que transportaba 48 viajeros además del conductor, se orilló demasiado a la derecha al cruzarse con otro vehículo, lo que debería haberse manejado con una detención o incluso retrocediendo hasta un tramo seguro de la carretera para permitir el paso de ambos vehículos. A pesar de que el informe apunta a una falta de pericia en el momento crítico, se ha enfatizado que no se detectó consumo de alcohol por parte del conductor y que los periodos de descanso prescritos habían sido respetados.

Contrario a las conclusiones de la Guardia Civil, el conductor del autocar, aún pendiente de declarar ante la autoridad judicial, ha rechazado la versión de los hechos presentada en el informe, aunque aún no ha trascendido qué explicación ofrecerá sobre el accidente. Este desacuerdo pone en relieve la complejidad de determinar la causalidad en accidentes donde los testimonios y las evidencias técnicas pueden interpretarse de diversas maneras.

El incidente ha tenido repercusiones más allá de las lesiones lamentables de los afectados. El Principado se vio obligado a restringir el acceso de vehículos particulares a los Lagos, una medida que, aunque impopular entre los montañeros, fue considerada necesaria para la seguridad vial por el Coronel Jefe de la Guardia Civil de Asturias. Este evento también ha reavivado el debate sobre la implementación de un tren cremallera para minimizar el tráfico vehicular en esta área de notable belleza natural y alta concurrencia turística.

El análisis de los hechos continúa y, con él, el diálogo sobre cómo balancear la seguridad, la accesibilidad y la preservación del entorno en uno de los parajes más emblemáticos de Asturias.

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