En un movimiento que marca el comienzo de una era de reformas en Asturias, el presidente del Principado, Adrián Barbón, ha revelado un ambicioso plan presupuestario para 2024, prometiendo una inyección económica sin precedentes de aproximadamente 6.000 millones de euros. Este presupuesto, el más grande en la historia de la región, tiene como uno de sus pilares centrales una asignación de 1.000 millones de euros destinados a inversiones productivas, que se espera catalicen el crecimiento y la modernización en múltiples sectores.
Dentro de las iniciativas más destacadas se encuentra la modernización del mapa sanitario, una promesa de Barbón que refleja su compromiso con la infraestructura de la salud. El presidente asegura una revisión integral que respetará la prestación de servicios actuales, descartando el cierre de hospitales y centros de salud.
El plan presupuestario también apunta a reforzar los servicios sociales y a promover una política fiscal que favorezca la igualdad social. Barbón ha enfatizado que el gobierno asturiano trabajará bajo una filosofía de cambio, dejando atrás la continuidad, y promete que este será el inicio de una "década del cambio", con medidas que ya están en marcha.
La estrategia de Barbón para esta nueva legislatura ya muestra resultados alentadores, con una reducción significativa del desempleo en comparación con cifras de 2019, lo que indica un respaldo popular a las políticas implementadas por su gobierno.