La innovación gastronómica ha cruzado una nueva frontera con la creación del vino en polvo, un producto que ya se encuentra entre las estanterías españolas, cortesía de Sosa Ingredients SL. Esta compañía, líder en ingredientes de calidad para la gastronomía, ha traído al mercado el Vino Tinto tipo Cabernet en Polvo, encapsulando todos los matices del sabor, aroma y color del vino tradicional en un formato en polvo.

Esta empresa, que comenzó en 1967 como un pequeño negocio familiar en Cataluña, ha crecido hasta exportar a más de 50 países, demostrando que la tradición y la innovación pueden convivir y florecer en la cultura culinaria española.

Para el consumidor asturiano, esto plantea una cuestión de relevancia cultural y culinaria: si el vino puede ser reducido a un polvo fino, ¿podría la sidra, esa bebida emblemática de Asturias, seguir el mismo camino? Imaginemos por un momento la sidra en polvo: podría usarse para dar un toque asturiano a platos y postres, o incluso rehidratarse para una bebida instantánea. ¿Cómo se adaptaría esta posibilidad a la rica tradición de la sidra? ¿Sería aceptada por los paladares asturianos o considerada un paso demasiado alejado de su legado?

La pregunta es provocativa y está abierta al debate. Sin embargo, lo que es indudable es que la cocina asturiana siempre ha sabido renovarse sin perder su esencia. La potencial aparición de la sidra en polvo no sería simplemente un avance tecnológico, sino un nuevo capítulo en la historia de una comunidad que valora tanto su patrimonio como la innovación. Con este artículo, invitamos a los asturianos a reflexionar y debatir: ¿Estamos listos para dar la bienvenida a una nueva manifestación de nuestra querida sidra?