El expresidente catalán Carles Puigdemont ha desatado controversia con sus comentarios irónicos sobre los recientes disturbios en Madrid, sugiriendo un sesgo en la respuesta institucional del rey Felipe VI a las protestas. Con una alusión directa al discurso del monarca después del referéndum del 1 de octubre en Cataluña, Puigdemont ha puesto en tela de juicio la neutralidad del jefe de estado en el contexto actual de tensiones políticas en España. Su pregunta retórica en las redes sociales, "¿A qué hora sale el rey a ordenar el ‘a por ellos’? ¿O es que está con ellos?", ha resonado con fuerza en un país donde las manifestaciones y la política se entrelazan estrechamente.
Los recientes enfrentamientos en Madrid, que se saldaron con siete detenidos y treinta agentes heridos, han exacerbado el debate sobre la amnistía y la gestión de los desórdenes públicos. Más de 7.000 personas se congregaron en las protestas, marcando un punto álgido en la confrontación política que se vive en las calles españolas.
En el ámbito político, las negociaciones entre Junts y el PSOE continúan estancadas, con reuniones intensas que aún no han dado fruto. Este estancamiento amenaza la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, demostrando cómo los sucesos en la calle pueden tener repercusiones directas en la política de más alto nivel.
El comentario de Puigdemont no solo captura la tensión del momento, sino que también pone de manifiesto la compleja dinámica entre los movimientos independentistas catalanes y el gobierno central, una relación que continúa definiendo y desafiando el paisaje político de España.