Un acto de valentía y pericia se desplegó en la N-634, a la altura del cruce de Vallobil, en Ozanes, Parres, cuando un conductor de 48 años se encontró atrapado en su vehículo tras un misterioso accidente. La rápida respuesta del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) y del heroico equipo de Bomberos del SEPA marcó la diferencia entre la vida y una tragedia.

El incidente, que rompió la tranquilidad de la tarde con llamadas de emergencia al 112 Asturias a las 15.50 horas, activó una cadena de solidaridad y profesionalismo. El conductor, cuya identidad no ha sido revelada, permanecía aprisionado dentro de los retorcidos restos de su turismo, esperando una mano amiga que lo devolviera a la seguridad.

Los efectivos de Bomberos del parque cangués, como guardianes de la vida, no tardaron en llegar al escenario del suceso. Con precisión y cuidado, extrajeron al herido utilizando una férula espinal y una tabla de rescate, en una maniobra que desafió al peligro y al reloj. En un esfuerzo conjunto con el equipo de Atención Primaria de Arriondas, el herido fue estabilizado y luego transportado con urgencia al Hospital del Oriente para recibir atención especializada.

Mientras la carretera recuperaba su calma habitual después de las tareas de seguridad y normalización, los rescatistas volvían a su base a las 16.38 horas, dejando atrás un escenario que bien podría haber sido sacado de una película de acción, pero con el alivio de saber que una vida había sido salvada.

La comunidad de Asturias respira aliviada gracias a la eficiencia y el coraje de sus servicios de emergencia, recordando una vez más que, incluso en los momentos más inesperados, hay héroes reales preparados para responder a la llamada.