La Princesa Leonor de Borbón, nacida el 31 de octubre de 2005 en Madrid, es la actual Princesa de Asturias y se encuentra en primer lugar en la línea de sucesión al trono español, siendo la primogénita del Rey Felipe VI y la Reina Letizia. Su educación ha combinado la tradición y la modernidad, pues fue alumna del Colegio de Santa María de los Rosales en Madrid, donde también estudió su padre, y luego cursó el Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College en Gales, Reino Unido. En agosto de 2023, inició su formación militar en la Academia General Militar, continuando así con la preparación propia de los herederos al trono. Desde la abdicación de su abuelo Juan Carlos I en 2014, Leonor asumió los títulos y responsabilidades que acompañan a la heredera de la Corona, como ser presidenta de honor de las Fundaciones Princesa de Asturias y Princesa de Girona.

El acto de juramento de la Constitución es un paso crucial en su camino hacia la monarquía, celebrado el día de su mayoría de edad, y simboliza su compromiso con las responsabilidades que asumirá como futura Reina de España. Este juramento no solo es un requisito constitucional para que pueda acceder al trono, sino que también es un evento lleno de significado histórico y simbolismo. La ceremonia involucra diversos actos y desfiles, destacando la relevancia de la monarquía en la política y sociedad españolas. Además, este evento representa un punto de unión entre la tradición y la visión de futuro para la Casa Real, mostrando la figura de la Princesa Leonor como un puente entre generaciones y como un símbolo de continuidad y renovación para la monarquía española.

La importancia histórica del acto se ve también reflejada en la logística y la seguridad desplegada, con un operativo de alrededor de 900 agentes de la Policía Nacional, que incluye desde unidades especializadas en intervención policial hasta servicios aéreos con helicópteros y drones, asegurando así el buen desarrollo de un evento de estado de tal magnitud. Este momento no solo marca la mayoría de edad de Leonor, sino que también se convierte en una nueva página en la historia de la monarquía española, preparando el terreno para una futura transición y asegurando la estabilidad institucional del país.