El reto del ahorro en España: Más allá de la paga extra

El reto del ahorro en España: Más allá de la paga extra

La economía familiar es un tablero de ajedrez donde cada movimiento cuenta. En una era marcada por la inflación y la constante subida de precios de alimentos y servicios básicos, el ahorro parece una quimera para muchos españoles. Una encuesta reciente muestra que el 67% de los ciudadanos del país considera que sólo es posible ahorrar si se tienen ingresos altos. Esta percepción, que resuena en el día a día de muchas familias, se acentúa con la falta de educación financiera.

La cultura financiera no es un lujo, es una necesidad. Más del 60% de los españoles admiten no haber recibido educación financiera, argumentando que les parece un tema complejo, no tienen tiempo o simplemente les falta interés. Esta falta de conocimiento se refleja en el manejo diario de las finanzas: sólo el 30% controla estrictamente sus gastos mensuales, mientras que un alarmante 6% no tiene idea de cómo se va su dinero mes a mes.

Este panorama nos lleva a una pregunta: ¿Cómo nos enfrentamos al desafío del ahorro en un contexto económico adverso? Para muchos, la respuesta radica en la paga extra. Esta inyección adicional, que muchos reciben con los brazos abiertos, es vista por muchos como una tabla de salvación para crear un colchón económico. Sin embargo, según un reciente estudio, la mayoría destina esta suma a cubrir gastos inmediatos, como vacaciones, renovaciones en el hogar o el pago de deudas.

Y aquí entra en juego un concepto poco conocido pero con un potencial transformador: la retribución flexible. Esta herramienta permite a los empleados recibir parte de su salario en beneficios no monetarios, obteniendo importantes deducciones en el IRPF. Es como tener la oportunidad de recibir lo equivalente a una paga extra, pero con ventajas fiscales. Sorprendentemente, tres de cada cuatro españoles desconocen qué es la retribución flexible, lo que evidencia una laguna en la información disponible para el ciudadano medio.

Más allá de la teoría, la retribución flexible se traduce en ventajas palpables para los trabajadores. Imagina que tu café diario te costara menos gracias a beneficios fiscales. O que, al comer fuera, pudieras aprovechar tickets restaurante que redujeran tu gasto. Estas son solo dos de las múltiples posibilidades que se abren al emplear la retribución flexible. Sin embargo, la continúa subida de precios y la falta de actualización de ciertos beneficios, como los vales de restaurantes, evidencian la necesidad de ajustes que reflejen la realidad económica actual.

La conclusión es clara: es esencial ampliar la educación financiera y brindar herramientas y opciones que permitan a los ciudadanos tomar decisiones informadas sobre su economía. La retribución flexible es solo una pieza del rompecabezas, pero ofrece una ventana hacia un futuro donde el ahorro sea una realidad alcanzable y no una meta distante.

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