•    El Hospital Universitario Central de Asturias acoge un curso pionero en el sistema sanitario público sobre una técnica aún poco extendida, pero con muchas ventajas

•    Este procedimiento ambulatorio preserva el útero, evita cicatrices, reduce el sangrado y acorta la recuperación de las mujeres

El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) acoge mañana la I Jornada de Ablación de Miomas por Radiofrecuencia Transvaginal, en la que se impartirá formación sobre una técnica muy poco extendida en la sanidad pública española pese a las considerables ventajas que conlleva para las pacientes desde el punto de vista de la seguridad, los resultados y la recuperación.

El uso de la radiofrecuencia en leiomiomas, un tipo de tumor benigno uterino, se conoce desde hace décadas y las vías de aplicación para el tratamiento son variadas. El HUCA es uno de los pocos hospitales públicos que usa la vía transvaginal guiada por ecografía.

Esta intervención se practica a través de la vagina y sin dejar cicatrices. De ahí la importancia de impartir formación en este campo, para que se extienda su uso y pueda ofertarse como una estrategia terapéutica más a las pacientes con miomas uterinos sintomáticos.

La jornada servirá para difundir la técnica entre profesionales que puedan desarrollar este procedimiento en sus hospitales, de modo que se eviten derivaciones innecesarias de las pacientes. En el curso participarán especialistas del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela (CHUS), el Hospital Universitario Son Espases, de Palma de Mallorca; el Hospital Santa María da Feria (Portugal); los hospitales de Cabueñes y Jove, en Gijón/Xixón, y el Álvarez-Buylla, de Mieres.

Como en todo procedimiento, es necesario conocer sus indicaciones, contraindicaciones y limitaciones; llevar a cabo una adecuada selección de las pacientes y entrenar la técnica para lograr buenos resultados. Los cursos de formación constituyen una herramienta útil para lograr estos objetivos.

La técnica está basada en la aplicación de una corriente eléctrica de alta frecuencia que produce calor en el interior del mioma, de tal modo que se produce una necrosis coagulativa o muerte celular irreversible del tejido miomatoso y de los vasos sanguíneos. El tejido necrótico es reabsorbido posteriormente, lo que reduce el tamaño, volumen y vascularización del mioma, un hecho que se relaciona directamente con la disminución de los síntomas. El procedimiento resulta especialmente efectivo para controlar el sangrado uterino anómalo producido por los miomas, que en muchas ocasiones produce anemia moderada o severa, con las implicaciones de salud que esto supone.  

Frente a otros tratamientos quirúrgicos convencionales, como la histerectomía o la miomectomía, la radiofrecuencia ofrece otras ventajas como las siguientes:

•    Preserva el útero, un factor muy importante si la mujer desea tener hijos o prefiere no someterse a una cirugía mayor.
•    Se trata de una técnica ambulatoria, rápida y mínimamente invasiva que no necesita estancia hospitalaria.
•    No deja cicatrices ni en la piel ni en el útero, lo que disminuye complicaciones relacionadas con la implantación placentaria en caso de un embarazo posterior.
•    No deja adherencias endometriales.
•    Provoca menos dolor y menor pérdida de sangre.
•    El posoperatorio se afronta con analgesia suave. No se ha descrito ningún caso que precisara analgesia intravenosa tras la intervención.
•    La paciente recupera su vida normal rápidamente.
•    Baja tasa de recurrencia con fácil retratamiento.

Los miomas uterinos representan la tumoración benigna más frecuente, dado que afectan al 70% de las mujeres. Solo un 25% desarrolla síntomas, pero cuando se producen limitan de forma significativa la calidad de vida de las pacientes. Esto explica que en los test sobre calidad de vida las mujeres que los padecen muestren resultados similares a las que tienen cáncer de mama o enfermedades crónicas.

Además, los miomas suponen un gasto sociosanitario de primer orden por las bajas laborales que generan y los costes del tratamiento. Por tanto, se trata de una patología muy prevalente que ocupa un lugar importante en las estrategias sanitarias de atención a la mujer.