La noche del 24 de octubre marca el comienzo de protestas en las factorías de ArcelorMittal en Avilés y Veriña. Estas manifestaciones, convocadas por CSI Arcelormittal, surgen en solidaridad con trabajadores sancionados y en respuesta a decisiones que la plantilla considera injustas.
El motivo principal del conflicto se centra en la adaptabilidad que la empresa pide a sus empleados, sin tomar en cuenta la especialización y complejidad de muchos de los puestos de trabajo. Lo que encendió la mecha fue la sanción de varios trabajadores a quienes previamente la empresa había considerado "NO APTOS" para ciertos roles, llevando a la plantilla a considerar estas sanciones como desproporcionadas.
CSI Arcelormittal, respaldado por CCOO, llama a paros simbólicos de dos horas por turno en las factorías mencionadas, además de invitar a toda la plantilla a una reunión el viernes 27 a las 13:00 horas en Avilés.
Añadiendo a la tensión, hay crecientes preocupaciones sobre el futuro de las plantas en Asturias: temas como la descarbonización, la estrategia de reducción de personal y el estado de las instalaciones forman parte de un panorama complejo que la plantilla siente que necesita abordarse de manera más comprensiva y justa.