• La consejera Nieves Roqueñí ha visitado hoy las obras de la explotación de Buseiru, que recuperarán una superficie equivalente a 107 campos de fútbol
• El Principado reafirma su compromiso con el desarrollo de los municipios afectados por el fin de la actividad extractiva
Las obras de restauración de los terrenos de antiguas minas a cielo abierto en el suroccidente asturiano avanzan a buen ritmo y ya han generado 105 puestos de trabajo, el 68% del empleo previsto durante la ejecución de los proyectos.
La consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, Nieves Roqueñí, ha facilitado hoy estos datos, durante su visita a los trabajos de recuperación de la mina de Buseiru, en Tineo, en la que se están realizando voladuras controladas. La consejera ha estado acompañada por la alcaldesa del municipio, Montserrat Fernández, y la directora general de Energía y Minería, Belarmina Díaz.
Roqueñí ha explicado que la generación de empleo ha permitido agotar la bolsa de excedentes del sector en la cuenca suroccidental, hasta el punto de que Tragsa, la empresa adjudicataria de los proyectos, ha llegado a contratar personal en situación de desempleo.
De las 105 personas incorporadas a estas labores, 50 estaban inscritas en las bolsas de excedentes del sector: 35 en Tormaleo, 12 en Zarréu y 3 en Buseiru.
Tres actuaciones
El Gobierno de Asturias, en coordinación con el Instituto para la Transición Justa (ITJ), está desarrollando tres proyectos de restauración de antiguas explotaciones a cielo abierto en el suroccidente, concretamente en Buseiru, Zarréu (Degaña) y Tormaleo (Ibias), que movilizarán 83,43 millones hasta 2026.
Estos proyectos, financiados con fondos europeos del Mecanismo de Reconstrucción y Resiliencia (MRR) y avales de restauración incautados por el Principado, prevén la rehabilitación medioambiental de 1.167 hectáreas de espacios muy deteriorados por la actividad minera, así como su recuperación para nuevos usos y actividades. Durante el desarrollo de las obras se prevé generar 150 empleos.
La ejecución de las obras no solo contribuye a la necesaria rehabilitación ambiental de los terrenos, sino que contempla la posible introducción de nuevos usos sostenibles. “Esta actuación es de extraordinaria importancia de cara a la creación de empleo a largo plazo, requisito imprescindible para la fijación y crecimiento de la población de estas zonas, severamente afectadas por los cierres de la minería energética”, ha subrayado Roqueñí.
En el caso de la mina a cielo abierto de Buseiru, la de menor dimensión de las tres restauraciones, se actuará sobre una superficie de 77 hectáreas, el equivalente a 107 campos de fútbol. El importe total de las obras asciende a 6.828.294 euros y está previsto que se desarrollen hasta octubre de 2025.
Mediante esta actuación, en la que se prevé generar quince empleos, se habilitarán los terrenos para albergar nuevos usos, entre los que figura la posible puesta en marcha de sistemas de almacenamiento de energías limpias mediante la instalación de un sistema de bombeo reversible.