El esperado anuncio ha llegado: la alta velocidad tocará suelo asturiano el próximo 29 de noviembre. Sin embargo, la inauguración del tercer carril de la "Y" este día no ha sido celebrada por todos. La Ministra de Transportes, Raquel Sánchez, quien ha sido el rostro de esta noticia, ha sido el blanco de críticas ácidas por parte de la oposición. La etiqueta de "tomadura de pelo" resonó en el ambiente, dadas las prolongadas obras de casi cuatro años, plagadas de atascos y retenciones.
Aunque el Ministerio defendió las acciones, argumentando que no había otra manera de llevar a cabo la reforma de la arteria principal asturiana, la reacción de la oposición ha sido tajante. Varios partidos, en un gesto de descontento, decidieron no asistir al acto inaugural. El PP, a pesar de considerarlo "un avance necesario", no dudó en describir el desarrollo de las obras como "una auténtica vergüenza" y una muestra del descuido del Gobierno hacia Asturias.
Por otro lado, voces como la de Carolina López de Vox y Adrián Pumares de Foro, han elevado el tono, apuntando a una serie de "desprecios" y acciones "insultantes" del Ministerio hacia la comunidad. La perspectiva de una movilidad obsoleta también fue objeto de crítica, sugiriendo que el Gobierno debería haberse inclinado más por fomentar las cercanías ferroviarias.