La pobreza no es solo una cifra, es una realidad palpable que afecta a miles de personas en Asturias y, por extensión, en toda España. Los recientes datos presentados por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en Asturias (EAPN-AS) son una evidencia desgarradora de una crisis que no puede ser ignorada.
En 2022, un alarmante 25,3% de la población asturiana se encontraba en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Eso significa que 254.000 personas, un aumento de 21.000 desde 2015, viven al borde de la desesperación. Pero, ¿qué significa realmente esta cifra? Significa familias que luchan por llegar a fin de mes, jóvenes que no ven un futuro claro y ancianos que temen por su bienestar.
La situación es especialmente crítica para los menores de 18 años, con una tasa AROPE del 40,1%, un incremento de 5,7 puntos respecto al año anterior. Esta cifra no solo es la más alta en función de las franjas de edad, sino que también marca un récord histórico. ¿Es este el futuro que queremos para nuestros hijos?
La disparidad de género es otro aspecto preocupante. Aunque las cifras de pobreza son desalentadoras para todos, las mujeres en Asturias enfrentan un riesgo aún mayor, con una tasa AROPE del 28,1%, en comparación con el 22,2% de los hombres. Esta brecha de género se refleja no solo en términos de pobreza, sino también en términos de empleo y oportunidades.
El papel fundamental de las transferencias sociales también debe ser destacado. Sin estas ayudas, la tasa de riesgo de pobreza en Asturias se dispararía del 20,1% al 52,0%. Es evidente que las transferencias sociales actúan como un salvavidas crucial para muchas personas, pero ¿es suficiente depender de ellas? ¿No deberíamos aspirar a una sociedad donde estas ayudas sean una red de seguridad y no una necesidad para una gran parte de la población?
España, como nación, tampoco está exenta de esta crisis. A nivel nacional, el 26,0% de la población vive en situación de pobreza y/o exclusión social. A pesar de algunos avances, todavía estamos lejos de cumplir los compromisos establecidos en la Agenda 2030.
El próximo 23 de octubre, en la Sala Europa de la Junta General del Principado de Asturias, se presentarán en detalle estos datos. Se espera que los líderes y responsables políticos tomen nota y actúen en consecuencia. La pobreza no es solo un problema de quienes la sufren, es un reflejo de la salud y bienestar de toda una sociedad.
La lucha contra la pobreza no es solo una cuestión de política, sino una cuestión de humanidad. Es hora de que Asturias, y España en su conjunto, tomen medidas audaces para abordar esta crisis. Porque cada porcentaje y cada cifra representan vidas reales, esperanzas rotas y sueños no realizados. Es hora de actuar.