- La exposición del Centro Niemeyer “Úrculo. El enigma del viajero”, un recorrido por la evolución del trabajo vital del artista fallecido ahora hace 20 años a través de un centenar de obras (pinturas y esculturas) así como útiles de trabajo, ha cerrado su paso por la Cúpula este domingo 24 de septiembre con 11.974 visitas en menos de tres meses
- Comisariada por la Dra. Alicia Vallina, la muestra ha contado con préstamos de su único hijo, Yoann Úrculo, así como de fondos de la talla de la Colección Pérez Simón, la Fundación Azcona, la Colección Julián Castilla o la Colección Caja Rural de Asturias
Avilés, 25 de septiembre de 2023. Tras casi tres meses de estancia en la Cúpula, el referente del pop-art en España e icono del arte asturiano por adopción se marcha del Centro Niemeyer. La exposición Úrculo. El enigma del viajero ha finalizado este domingo 24 de septiembre su paso por el centro cultural avilesino que comenzó el 5 de julio, y lo hace con un balance muy positivo. Un total de 12.085 personas pudieron disfrutarla en ese periodo, siendo agosto el mes de mayor afluencia con más de 6.322 visitantes, 3.506 en julio y 2.146 en septiembre. Además, de ellas, 111 personas pudieron hacerlo a través de una de las cinco “Rutas de arte” organizadas durante esta estancia.
La muestra, comisariada por la Dra. Alicia Vallina, ha pretendido ser un recorrido por la evolución del trabajo vital de Úrculo, gracias a un compendio de cien litografías, dibujos, óleos, acrílicos, témperas, esculturas en bronce o grabados procedentes de la colección de su único hijo, Yoann Úrculo, y de varios fondos artísticos particulares de la talla de la Colección Pérez Simón, la Fundación Azcona, la Colección Julián Castilla o la Colección Caja Rural de Asturias, así como una selección de útiles de trabajo y objetos personales del artista que han imbuido al visitante en la atmósfera creadora del “pintor que hace esculturas”, como él mismo se definía.
Una aventura estética que ha transitado por las diversas etapas del artista, desde la del artista desarraigado, gris, desesperado y en busca de la continuidad de sus primeros años, hasta el Úrculo viajero, misterioso y silencioso, entregado a una visión cosmopolita del arte, pasando por las creaciones informalistas, clandestinas, cargadas de deseo y color, sexualidad, erotismo e inmoralidad de su periodo de tránsito.