Cómo promover el sueño en bebés y recién nacidos

Cómo promover el sueño en bebés y recién nacidos

Un descanso reparador resulta de vital importancia para los recién nacidos y los bebés, porque no solo contribuye a su bienestar general, sino que también favorece su desarrollo. Por esta razón, es esencial establecer rutinas adecuadas que propicien un sueño óptimo en los más pequeños.

 

Crear un entorno propicio

 

El primer paso para asegurar un buen descanso para el bebé es crear un entorno adecuado. En este sentido, los sacos de dormir desempeñan un papel crucial: deben ser lo suficientemente suaves para la delicada piel del bebé y proporcionar abrigo sin generar calor excesivo. Elegir el saco adecuado contribuirá en gran medida al sueño del bebé. Existe una amplia variedad de opciones disponibles en tiendas en línea especializadas, como Mimuselina, por ejemplo, que ofrece un catálogo que incluye desde cunas hasta sacos de dormir para bebés y otros artículos infantiles confeccionados a mano con los más altos estándares en España, priorizando el confort del bebé.

 

En cuanto a la iluminación de la habitación, debe ser tenue y aprovechar la luz natural durante el día. Durante la noche, la habitación debe estar oscura y tranquila. En cuanto a la temperatura, se recomienda mantenerla en un rango de 22 a 24 grados centígrados, evitando tanto el exceso de calor como el frío extremo.

 

Requisitos de sueño para bebés

 

Las necesidades de sueño de los bebés varían según su edad, lo cual se relaciona con sus ritmos circadianos. Los recién nacidos requieren entre dieciséis y veinte horas de sueño con interrupciones cada tres o cuatro horas para alimentarse. A los tres meses, deben dormir alrededor de diez horas durante la noche, con una o dos interrupciones, y cinco horas durante el día.

 

A partir de los seis meses, el patrón cambia a unas 11 horas de sueño nocturno acompañadas de tres horas durante el día. No obstante, es importante tener en cuenta que cada bebé tiene sus propias necesidades individuales. Establecer rutinas que faciliten el sueño también es esencial.

 

Fomentar hábitos de sueño saludables

 

Existen rituales específicos que ayudan al bebé a conciliar el sueño y deben repetirse diariamente. Por ejemplo, se recomienda que el bebé coma un tiempo antes de irse a dormir y que reciba un baño tibio con anticipación. También es beneficioso proporcionar un masaje relajante y cantarle una canción de cuna. Si el bebé se despierta durante la noche y llora, se puede calmar dándole palmaditas en la espalda, pero es conveniente evitar sacarlo de la cuna.

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