La selección española femenina de fútbol alcanzó ayer la gloria al proclamarse por primera vez campeona del Mundo absoluta. La Roja venció en la final a las favoritas de Inglaterra en un partido épico que terminó 1-0 gracias a un gol de Olga Carmona. Este hito histórico es la guinda a la imparable progresión que el deporte femenino está teniendo en nuestro país durante los últimos años.
La Liga Femenina de fútbol no para de crecer. En la temporada 2021/22 se batieron récords de asistencia con más de 60.000 espectadores en el derbi entre FC Barcelona y Atlético de Madrid. Los clubes profesionales invierten cada vez más recursos en sus secciones femeninas, lo que se traduce en mayor profesionalización de las jugadoras y mejora de los resultados deportivos.
Pero el fútbol no es la única disciplina que vive un momento dorado. La selección femenina de balonmano se ha colgado dos oros mundiales en 2005 y 2021. El hockey hierba cuenta desde 2021 con una liga profesional que ya es referencia en Europa. Las chicas del baloncesto ganaron la plata en el último Eurobasket y figuran entre las favoritas para los Juegos Olímpicos de París 2024.
Más allá del terreno profesional, son cada vez más las niñas y jóvenes que se inician en la práctica deportiva, normalizando su presencia en clubes y competiciones. El número de licencias federativas femeninas no deja de aumentar temporada tras temporada en casi todos los deportes.
La hazaña mundialista de la selección de fútbol certifica que España ya presume de figuras femeninas de talla mundial. Jugadoras como Alexia Putellas, MVP de la última Champions League, o Aitana Bonmatí, MVP del Mundial, son referentes para todas las niñas que sueñan con dedicarse al deporte.
Queda camino por recorrer todavía para la igualdad plena, pero el oro mundial demuestra que el deporte femenino español se encuentra en su mejor momento histórico. Esta progresión imparable solo puede traer cosas positivas para el presente y futuro del deporte practicado por mujeres en nuestro país.