• Ana Isabel Álvarez presenta en Bruselas la posición de las comunidades autónomas y del Gobierno de España en materia educativa

Oviedo).- La Consejera de Educación y Universidades del Gobierno del Principado de Asturias, Ana Isabel Álvarez, presentó esta mañana, en el transcurso de la reunión del Consejo de Ministros de Educación de la Unión Europea en Bruselas, la posición común de las comunidades autónomas y el Gobierno de España en materia educativa.

Álvarez formó parte de la delegación española del Ministerio de Educación que estuvo encabezada por el Ministro de Educación en funciones, Ángel Gabilondo. Durante el segundo semestre de 2011, coincidiendo con la Presidencia polaca en la UE, Asturias ha sido la encargada de la coordinación de la participación de las comunidades autónomas en el Consejo de Educación, Juventud, Cultura y Deporte de la Unión Europea.

A continuación, se reproduce el texto presentado por la Consejera, que gira en torno a la necesidad de invertir eficazmente en Educación y Formación en tiempo de crisis:

“En la actualidad, se hace necesario realizar un uso más eficiente de los recursos. Sin embargo, el sentimiento unánime es el de seguir apostando por la educación y la formación, mejorando las tasas de titulación y promoción y reduciendo el abandono temprano del alumnado, en la creencia de que una inversión adecuada genera beneficios a medio y largo plazo para la mejora de las posibilidades de empleo, el ejercicio de la ciudadanía activa y el crecimiento económico y social del país. 

Por esta razón, todas las administraciones educativas autonómicas han concentrado sus esfuerzos en optimizar los presupuestos en materia de educación y formación y en concentrar los recursos existentes en aquellas cuestiones que se consideran prioritarias, en línea con los objetivos estratégicos fijados en la ET 2020.

La distribución de las competencias en materia de educación y formación existente en el Estado español a favor de las Administraciones educativas de las respectivas Comunidades Autónomas supone diversas respuestas que son complementadas por la administración central.

En primer lugar, pensamos que se deben adoptar medidas encaminadas a lograr la autonomía educativa en su triple vertiente: la de gestión, la organizativa y la pedagógica. Es necesario abrir las instituciones educativas a nuevos cauces de financiación tanto de instituciones públicas como privadas, vincular la financiación al logro de objetivos mediante el establecimiento de contratos, convenios, compromisos, acuerdos, etc., así como introducir indicadores evaluativos que nos permitan contrastar el logro de los objetivos planteados, adaptando los modelos de gestión para lograr la eficacia y eficiencia organizativa y conseguir la autonomía pedagógica. 

Igualmente, es necesario propiciar la adquisición de las competencias básicas esenciales y en especial la competencia comunicativa en lenguas extranjeras y la competencia digital. En esta línea, en todas las CCAA se están llevando a cabo iniciativas innovadoras dirigidas al aprendizaje temprano de lenguas, el desarrollo de programas bilingües (CLIL) y el uso educativo de las TIC.

Apostamos por un profesorado competente en su materia, capaz de aplicar las nuevas tecnologías a su práctica docente, que investigue y que utilice metodologías centradas en el alumnado, acordes con las necesidades y retos actuales. Por ello, se da prioridad a la formación inicial y continua del profesorado tanto en su vertiente científica como didáctica.

Por otra parte, se debe realizar un gran esfuerzo en la modernización y adecuación al mercado laboral de la formación profesional y la educación superior creando espacios comunes a fin de aumentar las posibilidades de empleo y de aprendizaje a lo largo de la vida. Además, en coherencia con los Procesos de Copenhague y de Bolonia, estamos trabajando en la identificación de nuevas competencias y cualificaciones, en indicadores de procedimientos de calidad, en proyectos experimentales de formación dual o en alternancia, en la oferta de itinerarios, en la colaboración con organizaciones empresariales y agentes sociales y en el fomento del espíritu emprendedor y la movilidad.

Por último, debemos aprovechar las posibilidades que nos ofrece la diversidad de políticas educativas existentes en el Estado español para el intercambio de prácticas y experiencias, así como los recursos, programas e iniciativas de la Unión Europea, muy en especial el nuevo programa de educación y formación, para promover la movilidad para el aprendizaje, la cooperación entre instituciones europeas y el apoyo a las reformas políticas”.

FOTO: la consejera de Educación del Principado con el ministro Gabilondo