Un vez más se pondrá en escena esta recreación histórica que nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre el valor de este tipo de eventos culturales que cada día suscitan más interés entre los amantes de la historia.
En la asamblea anual de la Asociación Española de Fiestas y Recreaciones Históricas se pudo constatar el auge de este fenómeno que combina participación ciudadana, evocación de la historia y promoción de la localidad. El Cronicón de Oña, pionero en gran medida de este fenómeno, encarna perfectamente estas características que conforman lo que debe ser una recreación histórica.
Hace ahora 35 años los vecinos de Oña decidieron exhibir de forma colectiva la historia de la Villa, la fundación de su Monasterio, así como acontecimientos referidos a los orígenes de Castilla. La propia iglesia abacial se convertía en protagonista del acontecimiento y su patrimonio monumental, junto a diversos legajos y documentos, sirvieron de punto de partida para narrar algunos de los acontecimientos esenciales ligados a esta secular abadía.
El espíritu de trabajo colectivo, altruista y de compromiso con el proyecto se fraguó desde la primera edición y se ha mantenido a lo largo de su recorrido, de manera que gran parte del vecindario ha participado y lo sigue haciendo a través de la interpretación, preparativos o montaje escénico. Con cada edición esta implicación ciudadana ha ido conformando una seña de identidad del proyecto al tiempo que los vecinos lo han hecho suyo.
En última instancia, historia, patrimonio y compromiso han servido para dar a conocer más el monasterio oniense, la propia villa de Oña y sus alrededores, y conviene recordar que en el entorno rural en que vivimos el sector turístico es un pilar básico de la economía. Por otra parte, la asociación cultural El Cronicón de Oña ha sido el motor de éste y otros proyectos ligados a la cultura: conferencias, conciertos, visitas teatralizadas, exposiciones…En la actualidad todo ello se vehicula a través de la Fundación Milenario San Salvador que está jugando un papel fundamental en la restauración del monasterio y que promovió la presencia de la XVII edición de la exposición Las Edades del Hombre.