-Los meses de verano lideran tradicionalmente el número de operaciones en nuestro país, según estadísticas de Housell
-Las prisas por cerrar la compraventa antes de vacaciones puede provocar encontrarnos con posibles desperfectos “invisibles” al comenzar a usar la vivienda
-Humedades, problemas de aislamiento o tuberías deterioradas son algunas de las “sorpresas” que podemos reclamar al vendedor
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Madrid, 28 de junio de 2023. A pesar de la caída de compraventa de viviendas que el sector inmobiliario está experimentado el sector inmobiliario en la primera mitad del año, la proptech Housell ha dado a conocer que junio y julio son los meses de más firmas de operaciones. La llegada del verano invita a los españoles a dejar “atado” su futuro para la vuelta vacacional, y esas prisas pueden jugarnos una mala pasada al no detectar posibles imperfecciones de nuestra nueva vivienda; los denominados vicios ocultos.
A pesar de la obligatoriedad de documentación como el certificado energético, en ocasiones es complicado detectar posibles problemas “invisibles” de una vivienda a la venta. Por ello, Housell ha recopilado los “vicios ocultos” más habituales y las posibilidades del comprador para hacer frente a ellos:
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- Relacionados con el agua: “los defectos relacionados con humedades en casa, filtraciones y goteras son los vicios ocultos más habituales” señala Guillermo Llibre, CEO de Housell. En general, suelen tener relación con una mala impermeabilización o a tuberías deterioradas. La gravedad de estos defectos varía según su origen, sin embargo, no pueden dejarse sin resolver, ya que son problemas que se pueden agravar rápidamente.
- Problemas con la cimentación: las grietas y fisuras son los desperfectos que suelen aparecer con el paso del tiempo, generalmente como consecuencia de reformas inadecuadas, obras en edificios colindantes o el paso del tiempo. Sin embargo, en ocasiones se deben a que en el momento de la construcción se cimentó mal el edificio.
- Acabados defectuosos: los vicios ocultos en suelos, pinturas y acabados interiores, ya sean abombamientos, decoloración, desprendimientos, etc. se deben a una mala colocación de los materiales o a la baja calidad de estos. También pueden ser consecuencia de otros vicios ocultos, como las humedades, goteras y filtraciones.
- Mal comportamiento térmico-acústico: los problemas de ruido o de temperatura se deben a un aislamiento deficiente de la vivienda y las principales razones son la falta de tratamiento de puentes térmicos, el uso de materiales inadecuados, su mala colocación.
- Mal funcionamiento del sistema eléctrico: ya sea en interruptores, luces o tomas de corriente, por una instalación defectuosa u obsoleta o por el uso de materiales inadecuados. “Afortunadamente, estos vicios ocultos suelen ser los más sencillos de solventar”, señalan desde Housell.
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Posibilidades de reclamación ante vicios ocultos Ante la posibilidad de encontrarnos con algunos de estos desperfectos al empezar a habitar la vivienda, desde Housell señalan las posibles acciones “si el vicio oculto hace imposible la habitabilidad de la vivienda, puedes cancelar el contrato de compraventa y solicitar el reembolso del pago, incluyendo los gastos de comprar la casa. Si además demuestras que el vendedor obró de mala fe porque conocía de antemano los defectos ocultos de la casa, tendrás derecho a reclamarle una indemnización por los daños y perjuicios que te ha ocasionado” señala Llibre.
Para circunstancias más leves que no impiden la habitabilidad, existe la acción quanti minoris, con la que “puedes reclamar al vendedor una rebaja del precio pagado en proporción al coste que supondrá, según los peritos, la reparación”.
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