- En el Día Mundial del Medio Ambiente, Humana destaca que la reutilización es clave para reducir el gasto ambiental del textil.
- La entidad recuperó más de 5 millones de prendas en Asturias en 2022, es un ahorro de 7.800 toneladas de CO2.
- El impacto ambiental de la reutilización es 70 veces menor que la producción de ropa nueva, asegura un estudio europeo .
Junio de 2023. La reutilización de la ropa usada es la mejor forma de evitar que se convierta en un residuo, con el gasto ambiental y económico que representa la producción de una prenda nueva para reemplazar la que no queremos. Así lo corrobora un estudio de la Confederación Europea de Industrias de Reciclaje (EuRIC), que asegura que el impacto ambiental de la reutilización de textiles es 70 veces menor que la producción de ropa nueva. A ello se añade que por cada kg de ropa recuperada y que no acaba en un centro de tratamiento de residuos para su incineración o disposición final se evita la emisión de 6,1 kg de CO2, detalla un informe de la Federación People to People.
En el Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra este lunes 5 de junio, Humana destaca que la reutilización del textil es clave para la economía circular, la sostenibilidad y la creación de empleo verde. Por ello, la entidad sin fin de lucro apuesta desde hace 36 años por dar una segunda vida a las prendas que se desechan. El año pasado recuperó 1.279 toneladas de textil usado en Asturias: equivale a 5,2 millones de artículos cuya gestión evitó la emisión de 7.800 toneladas de CO2.
El consumo de ropa ha crecido de forma desmedida en los últimos 15 años, sin embargo no ha aumentado proporcionalmente el porcentaje del correcto tratamiento de esa ropa cuando nos deshacemos de ella. Se calcula que cada ciudadano desecha entre 20 y 30 kg de textil anualmente. En España generamos en nuestros hogares más de un millón de toneladas anuales de residuos textiles, pero sólo se recupera selectivamente un 12% para promover su reutilización o reciclado; el resto se tira en otras fracciones y acaba en un vertedero.
“La recogida selectiva de ropa tiene un alto potencial para garantizarle una segunda vida: el 60% se puede reutilizar y más del 30%, reciclar. Por eso es importante que se deposite en un contenedor de ropa; resulta obvio, pero casi el 90% del residuo textil no acaba en el punto de recogida adecuado”, afirma el director de Proyectos y Relaciones Externas de Humana, Rafael Mas, quien recuerda que el sector textil genera una enorme demanda de materias primas y agua, y es uno de los que genera más emisiones de gases de efecto invernadero.
El sector ve esperanzado los efectos que puede tener la nueva legislación europea y nacional (la Estrategia para Textiles Circulares y Sostenibles de la UE y la Ley 7/2022, de 8 de abril, de Residuos y Suelos Contaminado para una Economía Circular), para que aumente la recogida de residuos y el sector evolucione hacia un modelo circular, neutro en emisiones, más sostenible y respetuoso para el planeta.
La Federación Humana People to People, que agrupa a 29 entidades y está presente en 46 países, determina que por cada kg de ropa recogida selectivamente se evitan 6,1 kg de CO2. Para llegar a esta
cifra tiene en cuenta la cantidad de residuo textil recuperado, el índice de reutilización de cada prenda, la tasa de reemplazo (en el caso de España, esta tasa es del 70%, es decir: 7 de cada 10 clientes de las tiendas Humana declaran que al comprar una prenda de segunda mano dejan de adquirir un artículo nuevo) y la emisión de dióxido de carbono que implica la producción de una prenda nueva.
El destino de la ropa recogida
El año pasado, Humana recuperó 1.279 toneladas de textil usado en Asturias, equivale a 5,2 millones de prendas. Estos artículos se almacenan inicialmente en la planta de transferencia que Humana tiene en Llanera y posteriormente se clasifican en la planta de preparación para la reutilización que tiene en Leganés (Madrid). El destino final de las prendas clasificadas es:
- El 59% se destina a reutilización: el 19% en las tiendas Humana y el 40% se exporta, principalmente a África, para que personas con menos recursos accedan a vestimenta y así generamos recursos para cooperación al desarrollo.
- El 31% son subproductos cuyo estado no permite la reutilización; por ello, se destinan a procesos de reciclaje
- El 8% son dos tipos de residuos: los destinados a valorización energética y los que acaban en vertedero porque no se pueden valorizar.
- El 2% son impropios.