- "Filtrar un mar" de Elisa Cuesta, y "Un ser extraño vive ahí" de Mikha-ez & Cova del Campo, recibieron la Ayuda a la Producción Artística de la Factoría Cultural 2022 en el ámbito de las Artes Plásticas
La Factoría Cultural de Avilés regresa un año más a la Semana Profesional del Arte de Oviedo, que cumple su tercera edición. Y lo hace con los dos proyectos que recibieron la Ayuda a la Producción Artística 2022, en el ámbito de las Artes Plásticas, que concede la propia Factoría Cultural. Se podrán visitar, desde mañana, día 1, hasta el 11 de junio en la Fábrica de Armas de La Vega.
Se trata de sendas instalaciones, "Filtrar un mar", que lleva la firma de Elisa Cuesta, y "Un ser extraño vive ahí", de Mikha-ez & Cova del Campo.
"Un ser extraño vive ahí", de Mikha-ez y Cova del Campo
Un ser extraño vive ahí habla de lo desconocido, de lo que permanece oculto. Se trata de una instalación sonora, albergada en un conjunto de habitáculos cerámicos, que ofrece los sonidos producidos por los Bufones de Pría, integrados dentro del Paisaje Protegido de la Costa oriental de Asturias.
Estos bufones, de formación Kárstica, son orificios verticales esculpidos en la roca caliza de los acantilados ubicados a escasos metros de la costa. Con las subidas de la marea, expulsan hacia arriba un chorro de agua del mar, lo que produce el característico sonido que les da nombre.
Así, un ser extraño vive ahí y nos descubre esos singulares e inquietantes bufidos, que parecen provenir de lugares habitados por seres extraños. Cuevas cerámicas en cuyo interior reverbera estas profundas e inquietantes respiraciones.
"Filtrar un mar", de Elisa Cuesta
Los efectos del Capitaloceno son evidentes en Asturias. La región —cuyos paisajes y culturas son inimaginables sin la intensa actividad siderúrgica y minera desarrollada a lo largo del último siglo— ve llegar la era post-industrial. Catalizados por políticas verdes y de transición ecológica, los procesos de extracción y transformación intensiva de tierras y minerales abandonan paulatinamente Occidente para establecerse en otros puntos (más rentables y menos visibles) del Sur Global.
Entre las ruinas y los lodos que deja tras de sí un sistema en obsolescencia, se percibe una pujanza de saberes tradicionales que, prácticamente borrados del territorio por descuido y falta de relevo, quizá han encontrado en este momento una oportunidad de supervivencia.“Filtrar un mar” reflexiona sobre la necesidad de re-contextualizar las prácticas artísticas y artesanales en un presente, hoy sabemos, irremediablemente tóxico.
Mientras los filtros cerámicos, activados de agua y productos procedentes de lugares de depósito de residuo industrial, afrontan la tarea de filtrar lo inconmensurable, un nuevo mapa del territorio emerge de la instalación en la Fábrica de Armas de la Vega.
Recetario de "Filtrar un mar":
Las piezas cerámicas han sido realizadas mediante un proceso de extracción y remezcla de pastas naturales de la región, con materias primas y residuos de la industria del acero, en ocasiones procedentes de lugares tan lejanos como las minas de hierro de Carajás, en Brasil. Para localizar los barros ha sido imprescindible la contribución de artesanos, artistas y personas conocedoras de la materia que generosamente han recordado los caminos hacia alfares, tejeras y canteras, muchas veces abandonadas desde hace décadas, con especial agradecimiento a José Manuel Vega “Selito”, por los barros de Faro.
El papel empleado en la instalación está fabricado a partir de celulosa de eucalipto y ha sido donado por ENCE.