La trágica caída de una mujer de 46 años junto a su hija de siete años desde el quinto piso de un edificio en la avenida de Los Telares de Avilés ha conmocionado a la opinión pública. Los testigos presenciales de los hechos han relatado que la mujer cogió una escalera para salir por la ventana con la niña en brazos, mientras esta gritaba que no la tirara. Sin tiempo de que nadie pudiera disuadirla, la mujer se arrojó al vacío con la pequeña en brazos, cayendo sobre un coche que estaba estacionado en la calle.
Afortunadamente, la niña ha sobrevivido al impacto, aunque ha sido ingresada en el Hospital Universitario de San Agustín de Avilés con fracturas. La madre, por su parte, ha tenido que ser trasladada al Hospital Universitario Central de Asturias en Oviedo, donde ha sido intervenida quirúrgicamente por lesiones graves.
La investigación posterior ha revelado que la mujer tenía problemas con su expareja relacionados con la custodia de la menor y había estado en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género, conocido como Sistema VioGén hasta 2020. Entre 2016 y 2018, el padre había tenido vigente una orden de alejamiento. La primera denuncia por violencia de género que consta data de 2016, cuando la niña era un bebé, pero la mujer salió del VioGén en 2020 al no recibirse nuevas denuncias pasado un tiempo.
Según varios medios, el motivo detrás de que la mujer se arrojara con su hija podría ser que la Justicia acababa de devolver el régimen de visitas al progenitor. La mujer llevaba días intentando que la niña no fuera con su padre de vacaciones en Semana Santa.
Por si esto fuera poco, la misma mañana de los hechos, el padre de la niña y el abuelo, padre de la mujer, fueron detenidos por una reyerta. Los dos hombres, de 44 y 65 años, se pelearon con un bate de béisbol, un martillo, un cuchillo de cocina y un espray de pimienta. El abuelo tenía en vigor una orden de alejamiento con respecto al padre y fue, armado con un cuchillo, a su casa. Ambos tuvieron que ser trasladados al Hospital Universitario de San Agustín, en Avilés, donde el abuelo está detenido, mientras el padre fue conducido desde ahí a la Comisaría de la Policía Nacional.
Por su parte, la abuela materna de la pequeña, residente en otro piso del mismo edificio, también habría intentado cortarse las venas por un ataque de ansiedad ante lo sucedido, aunque las lesiones son de carácter leve.
Este trágico suceso pone de manifiesto cómo estas situaciones familiares no son bien resueltas por el sistema judicial, dejando a todas las partes del conflicto permanente insatisfechas, pudiendo afectar gravemente a todos los miembros de una familia, especialmente a los más vulnerables. Cuando todas las partes están afectadas, el sistema en general falla. Es necesario seguir trabajando en la prevención de cualqier tipo de violencia y en la protección de las víctimas y sus hijos para evitar que ocurran tragedias como esta.