Recuerda que el PSOE es el partido que "más se identifica con los valores predominantes de la mayoría social" y apela a "recuperar su confianza como partido que es capaz de gestionar la economía y de fomentar el empleo

El Secretario General del PSOE y Presidente en funciones del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha señalado hoy, ante los miembros del Comité Federal reunidos en Madrid, que las causas de la derrota electoral del PSOE hay que buscarlas, “sobre todo, en el descontento político y la intensa preocupación social generada por la persistencia de la crisis y en las dudas sobre la capacidad para salir de ella, aunque no dependiera sólo y principalmente de nosotros. Esto es lo que ha llevado a muchos a buscar el cambio por el cambio y a dejar que este se produjera”, sentenció.

Zapatero ha destacado que el PSOE haya asumido el resultado de las urnas “como procede, con humildad y con entereza democrática”, la misma con la que mira ahora “hacia el futuro” convocando el 38 Congreso y ha subrayado que el objetivo del PSOE es volver a ser partido de gobierno “y volver a serlo pronto”.

Para ello, dijo, “tendremos que saber tomar el pulso a los valores mayoritarios de la sociedad española en un mundo global y cambiante y en un proceso de la Unión Europea absolutamente determinante”. “Junto a ello, -añadió- recuperar su confianza como partido que es capaz de gestionar la economía y de fomentar el empleo”; una “tarea de futuro” que es la que le corresponderá realizar a la nueva dirección del partido que resulte elegida en el 38 Congreso.

El Secretario General se ha mostrado convencido de que no hay ningún partido en España que, como el PSOE, se identifique más “con los valores predominantes de la mayoría social, valores como los que encarnan la amplia defensa de los derechos y libertades cívicas que hemos impulsado o reforzado en estos años, o con los principios fundamentales del estados social al que tanto hemos contribuido en su desarrollo”.

“Es el tiempo del Congreso, es el tiempo de los militantes”, así definió Zapatero el momento en que se encuentra el partido. Por ello, ha manifestado su confianza en el futuro del PSOE, “en nuestros militantes, en la fuerza de nuestra trayectoria y en el amplio respaldo social que los españoles nos han dado en tantas ocasiones”. “La historia de nuestro partido –añadió- se construye también, y sobre todo, Congreso tras Congreso, con el debate robusto y la libre elección democrática de nuestra dirección. Así lo hicimos en todos los Congresos y así lo haremos ahora también”.

Análisis del resultado electoral

La mayor parte de la intervención de Zapatero se ha centrado en analizar los “malos resultados obtenidos” el pasado domingo que “ponen de manifiesto que, sobre los esfuerzos que hemos hecho para preservar la cohesión social y para proteger la solvencia y la autonomía financiera de nuestro país, ha primado en la valoración social el reproche de las consecuencias de la crisis, y en particular de la situación del empleo, como la más visible y dolorosa de todas ellas”.

Después de más de tres años de una crisis tan dura, a la que no se ve fin, y con malas noticias de nuevo en los últimos tiempos, Zapatero ha dicho que “no es difícil entender que en el ánimo de muchos ciudadanos haya podido, más que ninguna otra cosa, y debemos de respetarlo, el deseo de cambiar la realidad por la vía de cambiar de gobierno y que por ello hayan optado, o bien por respaldar una opción, la que ha resultado mayoritaria, o bien por dar su voto a otras formaciones, como modo de expresar su descontento”.

En ese sentido, consideró “lógico” que los ciudadanos “proyecten sus reproches sobre el referente de responsabilidad que está a su alcance”, esto es, sobre “su gobierno y el partido que lo sustenta”, tal y como ocurrió en las municipales y autonómicas del 22 de mayo y en otros muchos países donde se han realizado procesos electorales en plena crisis.

Siendo la crisis la causa principal de la derrota socialista, Zapatero ha reconocido también “errores de gestión y de comunicación”, que “sólo son imputables a nosotros”. Este ejercicio de autocrítica le ha llevado señalar “la desconexión” con el electorado socialista que se originó en mayo de 2010, cuando “emergió súbitamente” el episodio de Grecia, que amenazó gravemente la solvencia y autonomía financiera de diversos países europeos, entre ellos España, y provocó una intensificación de los planes de austeridad nacionales para reducir el déficit.

De las decisiones “inevitables” que se adoptaron entonces para hacer frente a la nueva situación, Zapatero reconoció que causaron “decepción” en muchos ciudadanos y que “seguramente no acertamos a integrar su explicación en un discurso global y coherente”, más preocupados por la articulación presupuestaria de las medidas. En cualquier caso las defendió, insistiendo en que “hicimos lo necesario” y que “no había alternativa”.

También justificó todas las demás medidas que se han ido adoptando desde entonces para hacer frente a la crisis y “evitar que ocurriera lo que les iba ocurriendo a otros países, que han perdido su autonomía financiera y han sido empujados a asumir una situación de claro empobrecimiento interno con una perspectiva extraordinariamente difícil para muchos años”.

Señaló igualmente el hecho de que la recuperación se viera frustrada de nuevo en el verano y que ese escenario, lejos de mejorar, se haya mantenido e incluso empeorado en las últimas semanas, durante la campaña de las elecciones generales, por lo que era “difícil imaginar un escenario más adverso”.

Agradecimiento a Rubalcaba

Zapatero ha agradecido a toda la organización y especialmente al candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, el gran esfuerzo realizado durante la campaña “en circunstancias tan poco propicias”, lo que ha provocado un prolongado aplauso de los miembros del Comité Federal. También ha agradecido a los 7 millones de ciudadanos que han votado al PSOE el apoyo recibido y ha señalado que “tenemos por delante una ardua tarea para recuperar los apoyos perdidos, pero hemos de empezar haciéndolo honrando la confianza de los que nos la han dado el pasado domingo”. En ese sentido, Zapatero ha recordado que el PSOE tiene un “programa de acción para los próximos cuatro años”, que es el que “debe guiar nuestra futura labor de oposición”.

Al comienzo de su intervención ante el Comité Federal, Rodríguez Zapatero, ha querido destacar que éstas hayan sido las primeras elecciones democráticas sin la amenaza del terrorismo y ha calificado el final de la violencia terrorista como “el hecho de mayor alcance histórico de los últimos años” y “patrimonio de todos los demócratas”.

A continuación ha agradecido a Alfredo Pérez Rubalcaba, “que tanto ha tenido que ver con la consecución del fin de la violencia”, el que “decidiera deliberadamente dejarla al margen de la campaña, para que no hubiera ninguna duda de que todos los demócratas podían sentirla como propia”.

También ha reivindicado la expresión del “orgullo” y “satisfacción” de los socialistas, “por haber sido útiles a los ciudadanos, a nuestro país” al desempeñar “un papel tan relevante en ésta fase final de la lucha contra el terrorismo”. “Hemos hecho lo que debíamos, podíamos hacerlo, nos empeñamos en ello y lo hicimos”, sentenció.