Al menos 6 reclusos asturianos ya habrían manifestado que quieren cambiarse de sexo para ser trasladados a cárceles de mujeres

Al menos 6 reclusos asturianos ya habrían manifestado que quieren cambiarse de sexo para ser trasladados a cárceles de mujeres

Recién estrenada en España, la nueva "ley trans" permite a las personas solicitar el cambio de género en su documento nacional de identidad (DNI) con solo su voluntad, sin necesidad de informes médicos o psicológicos previos ni intervenciones quirúrgicas o médicas. Esta regulación elimina la burocracia y años de espera para aquellos que no se sienten cómodos con el género que se les asignó al nacer. Sin embargo, también ha generado preocupación entre algunos funcionarios de prisiones, quienes temen que la ley pueda ser utilizada por algunos reclusos para obtener beneficios personales en las cárceles.

El sindicato CSIF ha expresado su preocupación de que la ley se convierta en un "coladero" para aquellos reclusos que deseen mejorar su situación en prisión. Aunque todavía no hay datos nacionales disponibles sobre el número de internos que han solicitado el cambio de género en las cárceles españolas, se sabe que al menos seis reclusos han solicitado el cambio de género para ser trasladados al módulo de mujeres desde que se aprobó la ley en Asturias. Al parecer, uno de estos reclusos está en prisión por violencia de género y acoso.

Según la nueva ley, aquellos reclusos que cambien su género podrán beneficiarse de todas las medidas de acción positiva en favor de las mujeres, aunque esto no suponga un cambio en su situación jurídica ni una reducción de la pena. Sin embargo, estos presos tendrán un beneficio claro al pasar al módulo de mujeres, ya que los módulos de mujeres en las cárceles españolas suelen tener menos toxicomanías, más limpieza y más orden, y el ambiente es generalmente más tranquilo que en los módulos de hombres.

Antes de la aprobación de la "ley trans", la Institución Penitenciaria e Al paerecerspañola tenía una instrucción de 2006 que establecía cómo debía tratarse a los reclusos transexuales. Esta instrucción permitía a los transexuales femeninos ingresar en módulos de mujeres, aunque no se hubieran sometido a una intervención de cambio de sexo o su nombre en el DNI fuera aún de varón. Sin embargo, debían justificar su solicitud con informes médicos y psicológicos, no bastando la mera voluntad.

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