Declaración institucional Asturias-Galicia acerca del Reto Demográfico en Taramundi

Declaración institucional Asturias-Galicia acerca del Reto Demográfico en Taramundi

 

DECLARACIÓN DE TARAMUNDI 

Encuentro bilateral sobre Reto Demográfico Asturias-Galicia 

“Avanzar Xuntos” 

REUNIDOS 

El Excmo. Sr. D. Adrián Barbón Rodríguez, Presidente del Principado de Asturias,  nombrado por Real Decreto 448/2019, de 16 de julio. 

El Excmo. Sr. D. Alfonso Rueda Valenzuela, Presidente de la Xunta de Galicia,  nombrado por Real Decreto 373/2022, de 12 de mayo. 

EXPONEMOS 

  1. Las Comunidades Autónomas de Asturias y Galicia comparten inmemoriales lazos  de unión hechos visibles en múltiples ocasiones, así como elementos comunes en su  historia, geografía y desarrollo que las hacen algo más que meras autonomías  vecinas. 

La diversidad de nuestros territorios, la singularidad de nuestras costas, la autenticidad  de nuestras aldeas y la identidad de nuestras gentes son factor de riqueza y refrendo  de nuestro orgullo de pertenencia por ser lo que somos.  

  1. Muchos indicadores, en el mundo de los datos, nos aproximan aún más. Sin dejar  de ver convergencias en el PIB per cápita, la esperanza de vida, el riesgo de pobreza  o la morfología de nuestras pirámides de población, por citar solo algunos, queremos  poner el acento en los desafíos comunes del futuro. Queremos avanzar sin dejar de  ser quienes somos, sin abandonar nuestra forma de ser, siendo conscientes de que  juntos estamos más cerca de lograrlo. 
  2. Los gobiernos gallego y asturiano acumulan una larga tradición de encuentros,  colaboración y entendimiento en diversas materias, unas más concretas, como la 

 

sanitaria o la atención de emergencias, donde nos une estrecha cooperación, y otras  más amplias, en elementos tractores, tales como las infraestructuras o el mismo  sistema de financiación autonómica. 

  1. Los avances bilaterales y los acuerdos en materias concretas son para ambas  comunidades algo más que una aspiración. Resultaría inasumible que una distinta  filiación política pusiese en riesgo aquellas cuestiones de la agenda que no entienden  de color u orientación, pues solo han de responder al fin último de lo público: ofrecer  soluciones a los grandes retos que hoy hemos de afrontar. 
  2. En línea con lo expuesto, son objetivos irrenunciables ofrecer un ecosistema  adecuado que pueda favorecer el crecimiento económico y el progreso, avanzar en los  objetivos de desarrollo sostenible, luchar contra el cambio climático y postular la  defensa de nuestros modelos territoriales y de gestión de los recursos naturales y  culturales del campo. 
  3. Las Administraciones públicas deben ofrecer entornos favorables que permitan  abordar el reto demográfico con un enfoque holístico, integral, transversal, innovador y  consensuado. Si bien la Estrategia Nacional frente al reto demográfico ofrece un buen  punto de partida, las comunidades autónomas hemos de aportar reflexión y medidas  que vengan a complementar el plan de acción. Solo así lograremos respuestas a las  particularidades de nuestros territorios. 
  4. La caída de la natalidad, el envejecimiento, el retorno de quienes se fueron, los  entornos favorables para las familias que aún están y todo el elenco de cuestiones de  base demográfica requieren de un abordaje específico que solo traerá buenos  resultados si las medidas responden con idoneidad a los diagnósticos. Es por ello que  deben de testarse las situaciones de partida y, solo en casos de alta adecuación,  aplicar las medidas quirúrgicamente diseñadas para situaciones predefinidas. No es lo  mismo afrontar la despoblación que abordar la dispersión, el sobreenvejecimiento o la  baja natalidad. 
  5. La voluntad ha de ser huir de medidas cosméticas o generalistas, para lo que es  esencial el intercambio de experiencias. Y esta máxima es lo que nos trae hoy aquí, a  Taramundi, a su Casa Rectoral, la cuna de un experimento de los años ochenta que, 

 

tachado de visionario en su tiempo, décadas después, ha mostrado la certeza de su  acierto y hoy es marca propia: el turismo rural. 

DECLARAMOS 

Primero.- El valor de compartir: intercambiar para reproducir éxito. 

Hemos de reforzar nuestros lazos de unión e intensificar los trabajos de colaboración.  Solo intensificando los intercambios ampliaremos las perspectivas de abordaje de  problemas que, lejos de ser exclusivos, son comunes. 

Por ello, si queremos emular buenos resultados, hemos de conocer las buenas  prácticas, los procesos que funcionan en áreas de interés con altas notas de  homogeneidad. 

Segundo.- La gestión integral del conocimiento: el local, el científico y el técnico. 

Fortalecer el intercambio de experiencias es un objetivo en sí mismo y para lograrlo  queremos institucionalizar y dar continuidad a los encuentros bilaterales en materia de  reto demográfico, que este sea solo el primero. 

A tal efecto, hemos decidido constituir un grupo de trabajo que, de forma permanente,  permita el intercambio y sistematización de la información de explotación conjunta,  preparando el campo de trabajo de la siguiente cumbre. 

Tercero.- Los ámbitos iniciales de intercambio 

Ambas comunidades queremos poner de relieve, en principio, cuatro ámbitos de  trabajo sobre los que queremos, inicialmente, trabajar intercambiar experiencias: 

- Gobernanza del reto, marco normativo y planificación 

- Emigración, inmigración y retorno 

- Derechos sociales, bienestar y apoyo a la natalidad y a la conciliación

 

- Innovación y desarrollo rural. 

Cuarto.- El impacto del reto demográfico en el entorno. 

Hemos de abordar el desarrollo de una agenda que confronte el reto demográfico con  una visión poliédrica. Por ello, han de valorarse todos los aspectos con una incidencia  real en el mundo rural contemporáneo y el papel y las funciones renovadas de las  aldeas, las villas y las ciudades en un nuevo contexto de relación campo-ciudad.  

La actual gestión de espacios naturales, el uso y conservación de los recursos  patrimoniales del campo o la necesidad de revisión de las políticas de conservación de  la naturaleza habrán de ser, al menos intelectualmente, espacios de debate, evidencia  e intercambio, para poder ofrecer respuestas reales a las necesidades singulares de  los distintos territorios. 

Quinto.- El envejecimiento de la población y sostenimiento de los servicios  públicos 

El despoblamiento del mundo rural, el envejecimiento generalizado de la población y el  abordaje de la crisis demográfica miran con preocupación el devenir de los debates  sobre el sistema de financiación de los servicios públicos, donde el coste real ha de  ser una variable que en modo alguno se puede obviar, pues igualdad, calidad y  sostenibilidad son factores unidos a este concepto de forma indisoluble. 

En toda España surgen nuevos retos a los que se está dando respuesta, como la  necesidad de reforzar el apoyo a la conciliación y a la crianza. A ellos se unen otros  más específicos que afectan en mayor medida a ambas comunidades autónomas,  como la apuesta por un envejecimiento activo y saludable que garantice la calidad de  vida de nuestros mayores. 

No se trata de confrontar personas ni territorios, sino de ofrecer idénticos derechos y  oportunidades a todos los ciudadanos con independencia del lugar en el que residan.

 

Un mismo catálogo y unos mismos estándares de calidad que prioricen la financiación  de servicios públicos para personas. Este habría de ser el punto de partida, tal como  dispone la Declaración de Santiago del 21 de noviembre de 2021 que sigue  plenamente vigente y a ella nos remitimos. 

En este sentido, reiteramos la importancia de que el Gobierno central solicite a la  Unión Europea que tenga en cuenta aspectos fundamentales como el envejecimiento  y el sobreenvejecimiento, la dispersión poblacional o la baja natalidad a la hora de  ampliar el concepto de “zona escasamente poblada”. Esta modificación permitiría a  más zonas del territorio nacional acceder a las medidas de apoyo específico  diseñadas por las instituciones europeas 

Sexto.- Ordenación del territorio rural y desarrollo. 

Galicia y Asturias son eminentemente rurales y comparten características propias y  diferenciadoras en su territorio rural, como son la dispersión de la población o la  complejidad y diversidad de su orografía y paisajes. 

El reto demográfico es especialmente relevante en el ámbito rural, por lo que  éste debe ser objeto de un tratamiento diferenciado en positivo. La cohesión territorial  requiere de la estimulación del medio rural para que pueda desarrollar funciones de  asentamiento poblacional y gestión territorial vinculadas a las actividades agrícolas,  ganaderas y forestales sostenibles. Dentro del abanico de actuaciones para alcanzar  esta cohesión territorial, la fiscalidad o el establecimiento de beneficios o incentivos  fiscales pueden jugar un papel fundamental en la revitalización del medio rural. 

Por otra parte, es necesario fomentar nuevas iniciativas y consolidar las economías  locales en el rural, reforzando las actividades agrícolas, ganaderas y forestales que les  son propias, identitarias e irrenunciables y, al mismo tiempo, incorporar nuevas  visiones para contribuir a una modernización y diversificación de la estructura  económica que garantice su sostenibilidad, con una especial atención a la aldea, una  singular estructura territorial tradicional, con extensa implantación en el medio rural  astur galaico, y llamada a jugar un papel determinante en la conservación y gestión  activa del paisaje rural y la prevención de riesgos ambientales.

 

La base de esta nueva economía rural es una adecuada ordenación y gestión del  territorio, que asegure la localización de las actividades en los lugares idóneos para  ellas con el fin de contribuir a su éxito y, consecuentemente, al progreso económico y  al bienestar social.  

Por todo ello, es necesario, por una parte, impulsar un desarrollo integral de los  distintos territorios rurales a partir de una ordenación de las actividades agroforestales  que asegure su viabilidad en términos ambientales, sociales y económicos y apueste,  para tal fin, por la recuperación de tierras abandonadas o infrautilizadas y la gestión  activa y multifuncional del monte y, por otra parte, favorecer la integración de nuevas  actividades que contribuyan a la diversificación de las economías locales.  

Séptimo.- La extensión del formato. 

Queremos ser aliados prioritarios pero no exclusivos, por lo que estamos abiertos a  que a nuestro formato de encuentros se sume nuevo conocimiento.  

Por ello invitamos a unirse no solo a otras Administraciones, sino también a  universidades, organismos o entidades que compartan nuestra voluntad de ofrecer  respuestas a la agenda que enfrentamos. 

En Taramundi, a 17 de marzo de 2023

Dejar un comentario

captcha