La Ley Trans en España ha sido objeto de controversia desde su gestación y, mucho más, tras su reciente aprobación. Mientras que los defensores de la ley argumentan que es necesaria para proteger los derechos de las personas trans y garantizar su igualdad de trato, hay quienes temen que la libre determinación de género tenga consecuencias negativas para las mujeres y la sociedad en general.
Uno de los problemas más preocupantes es la posibilidad de que hombres que dicen sentirse mujeres puedan ser alojados en prisiones de mujeres. Esto puede poner en riesgo la seguridad de las mujeres encarceladas, quienes pueden verse expuestas a agresiones sexuales y otros tipos de violencia. Además, la presencia de hombres en prisiones de mujeres puede afectar el bienestar psicológico de las mujeres, especialmente si han sido víctimas de violencia sexual en el pasado.
Otra preocupación es que los hombres que dicen sentirse mujeres puedan competir en deportes femeninos, lo que podría darles una ventaja injusta debido a las diferencias físicas entre hombres y mujeres. Esto podría afectar negativamente la integridad de las competiciones deportivas, así como la seguridad de las mujeres deportistas.
También existe la preocupación de que los hombres que dicen sentirse mujeres puedan usar vestuarios y baños femeninos, lo que puede hacer que las mujeres se sientan incómodas y vulnerables. Además, esto puede dar lugar a situaciones de acoso sexual y otras formas de violencia contra las mujeres.
Por otro lado, algunos críticos de la ley argumentan que la libre determinación de género puede tener consecuencias negativas para la salud mental de las personas trans, al alentar la idea de que el cambio de género es una solución fácil para los problemas de identidad.