- La doctora Lina Badimon ha presentado la última evidencia científica sobre el papel de la Dieta Mediterránea en la prevención de enfermedades cardiovasculares en las XXVII Jornadas Internacionales de Nutrición Práctica y el XVI Congreso Internacional de la SEDCA
- La combinación de una alimentación saludable, natural y rica en antioxidantes, con ejercicio físico ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro y a mejorar la calidad de vida, según la Dra. Badimon
Madrid, 16 de marzo de 2023. La Dra. Lina Badimon, Directora del Programa ICCC Cardiovascular del IR-Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, Profesora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Directora de la Cátedra de Investigación Cardiovascular de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), ha participado como ponente en las XXVII Jornadas Internacionales de Nutrición Práctica y el XVI Congreso Internacional de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación.
En su ponencia, bajo el título "Preservar la Salud Cardiovascular: objetivo contra el envejecimiento prematuro", la Dra. Badimon ha destacado que “la cardiopatía isquémica y el accidente cerebrovascular son dos de las patologías que más preocupan a la población, dado que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España”. Por ello, la prevención de eventos cardiovasculares es una de las preocupaciones de la población en general. En este sentido, los hábitos de alimentación y el estilo de vida tendrían una incidencia directa en la salud.
Los resultados de diversos estudios han sugerido que el aumento de la adherencia la Dieta Mediterránea se relaciona con un riesgo reducido de este tipo de eventos. La evidencia científica apunta a que, mantener un patrón de vida saludable como es la Dieta Mediterránea, en la que se incluye la ingesta moderada de bebidas fermentadas, ayuda a prevenir la salud cardiovascular, con efectos protectores directos sobre los vasos sanguíneos. “De esta forma, combinando la alimentación saludable con actividad física estaríamos ayudando a prevenir el envejecimiento prematuro y a mejorar nuestra calidad de vida”, destaca la Dra. Badimon.
Las bebidas fermentadas, como pueden ser la cerveza, el vino o la sidra, en un consumo moderado en adultos sanos pueden ayudar a disminuir los factores tradicionales de riesgo cardiovascular y tener efectos protectores directos sobre los vasos sanguíneos, tal y como ha explicado la Dra. Badimon. De hecho, según algunos estudios, el consumo moderado y regular de cerveza en las comidas principales ejerce un efecto protector en la aparición y progresión de la aterosclerosis, así como sobre distintos factores clásicos de riesgo cardiovascular, especialmente en la población con riesgo cardiovascular moderado-alto, por su contenido en polifenoles.
“El consumo moderado de cerveza se asocia con efectos positivos en la función de las HDL (colesterol bueno), que aumentan su capacidad de proteger contra la oxidación de las LDL (colesterol malo), y mejoran el transporte reverso del colesterol que puede evitar la deposición de lípidos en la pared del vaso sanguíneo”, ha señalado la Dra. Badimon, añadiendo que recientes estudios4 han puesto en evidencia que el consumo moderado de cerveza disminuye la respuesta inflamatoria de la vía del inflamasoma en células del sistema inmune. Asimismo, otra de las investigaciones5 sobre el consumo moderado de cerveza y la salud cardiovascular concluye que la ingesta moderada de cerveza por su contenido en antioxidantes podría proteger frente a lesiones celulares asociadas al daño mitocondrial y a la formación de radicales libres y favorecer la función celular global.
Finalmente, la doctora ha destacado que, “es abundante la evidencia científica disponible que demuestra cómo nuestro estilo de vida y, en particular, nuestros hábitos de alimentación inciden en nuestra salud. Las bebidas fermentadas, como la cerveza, pueden ser interesantes desde el punto de vista de la protección cardiovascular, siempre y cuando se refiera a un consumo moderado de alcohol para adultos sanos entre 200-300 ml al día para mujeres y 400-600 ml al día para hombres, siempre acompañado de otros alimentos sólidos”.