Madrid, 8 de marzo de 2023 - La CNSE (Confederación Estatal de Personas Sordas) ha hecho público un manifiesto con motivo del Día Internacional de la Mujer en el que exige el reconocimiento y la protección de los derechos de las mujeres sordas: “Ser una mujer sorda es una lucha continua por apartar los prejuicios y estereotipos que nos quieren relegar a un segundo plano”.
En el documento, que han trasladado a la lengua de signos las seis mujeres sordas que integran el Consejo de la CNSE, la entidad llama a que las demandas de este colectivo se recojan en todas las políticas públicas que incidan en sus vidas, y reivindica que se ponga a su disposición los recursos y servicios públicos necesarios para que su participación social deje de ser una utopía.
Atención accesible
En este sentido, uno de los requerimientos que plantea la CNSE es que la prevención y el cuidado integral de la salud deje de ser un privilegio para estas mujeres. “Reclamamos un acceso sin barreras al sistema de salud en todas sus formas, desde la gestión administrativa hasta la atención sanitaria”.
De igual modo, solicita para las mujeres mayores sordas una asistencia accesible y especializada tanto en sus domicilios, como en centros de día y residencias, y apunta a asegurar la presencia de profesionales sordas/os, mediadoras/es sordas/os e intérpretes de lengua de signos en comisarías, juzgados, casas de acogida, o servicios de urgencia para atender a las mujeres sordas víctimas de violencia de género, las mujeres sordas migrantes, y las mujeres sordas refugiadas y solicitantes de asilo.
Información accesible
Otra cuestión que reclama la CNSE es la incorporación y permanencia de una lengua de signos y un subtitulado de calidad en aquellas campañas informativas y acciones encaminadas a promover la corresponsabilidad, la coeducación y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, así como a erradicar cualquier sesgo sexista.
La entidad aboga por promover una educación libre de sexismo bilingüe en lengua de signos para la infancia y la juventud sorda, y pide la puesta en marcha de actuaciones que contribuyan a la cualificación e inclusión laboral de las mujeres sordas, y aseguren la equidad profesional y salarial con respecto a los hombres. En esta línea, pide el impulso de buenas prácticas que favorezcan que las mujeres sordas puedan conciliar su vida personal, familiar, asociativa y laboral. “El cuidado de hijos, hijas, o familiares ha de ser una tarea reconocida y apoyada por el Estado, y compartida por todos los miembros del hogar”.
Para finalizar, la CNSE insta a sumar fuerzas para acabar con las conductas discriminatorias que dificultan la plena ciudadanía de las mujeres sordas: “Es tiempo de soluciones, tiempo de acabar con los estigmas, tiempo de igualdad”.