- Se considera consumo moderado la cantidad inferior a 10-12 g de alcohol/día para mujeres y no superior a 20-24 g de alcohol/día para hombres.
- Un consumo moderado de cerveza podría desempeñar un papel protector a nivel cardiovascular, asociado a un perfil lipídico mejorado, según la evidencia científica
Madrid, 1 de marzo de 2023. La cerveza es una bebida fermentada de bajo contenido alcohólico y rica en diversos nutrientes, que forma parte de la Dieta Mediterránea, declarada en 2010 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco[1] y de la pirámide de la alimentación saludable publicada por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC)[2]. Debido a su composición nutricional y a su bajo contenido en alcohol, actualmente existe un especial interés en estudiar los beneficios de esta bebida fermentada, dando lugar a la controversia relativa a la falta de definición respecto a lo que podría considerarse un consumo moderado.
Algunos estudios relacionados con la contribución nutricional del consumo moderado de cerveza demuestran que esta bebida podría ayudar a mejorar la calidad de la dieta por su aporte de vitaminas del grupo B (vitaminas B6, B12 y folatos) y minerales (magnesio), tanto en mujeres como en hombres adultos sanos, así como polifenoles y carbohidratos complejos[3]. El estudio “¿sabemos lo que es un consumo moderado de alcohol? El caso particular de la cerveza”[4] ha evaluado los distintos puntos positivos que puede tener un consumo moderado de cerveza para la salud humana, como el de las propiedades antioxidantes que poseen los compuestos fenólicos que encontramos en esta bebida. Aunque no existe una definición universalmente consensuada de consumo moderado, se considera como tal la cantidad por debajo de 10-12 g de alcohol al día para mujeres (una lata de cerveza) y de no más de 20-24 g alcohol al día para hombres (2 latas de cerveza), teniendo en cuenta que esta diferencia se deben a la menor capacidad de las mujeres para metabolizar el alcohol.
El estudio concluye que se ha observado una mejora en el aporte de los nutrientes que aporta la cerveza tras un consumo moderado durante 30 días en comparación con un periodo previo de abstinencia alcohólica. También es importante señalar que el posible efecto beneficioso de un consumo moderado de bebidas fermentadas se da siempre y cuando la cerveza se acompañe de alimentos sólidos.
Dentro de las conclusiones, los investigadores han considerado que una ingesta moderada de cerveza puede contribuir al aporte de vitaminas y de minerales en la dieta y que los compuestos fenólicos presentes en esta bebida fermentada de bajo contenido alcohólico pueden ejercer un efecto protector a nivel inflamatorio, inmunológico y cardiovascular.