RAG/DICYT La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos ha propuesto a las autoridades mediambientales de Aragón que para 2012 se trasladen cinco nuevas crías de este ave a la Cordillera Cantábrica, con el objetivo de continuar un plan de reintroducción que comenzó el año pasado y cuya meta es llevar desde los Pirineos a este espacio natural medio centenar de crías en un plazo de entre seis y ocho años. El proyecto comenzó en 2010 con la introducción de dos hembras, Leoncia y Eva. La primera murió la pasada primavera, mientras que la segunda parece haberse adaptado a este entorno y hoy, con casi un año de vida, se mueve por la zona del río Cares.
El trabajo de recuperación de este ave en la Cordillera Cantábrica, un espacio en el que hay declaradas varias reservas de la biosfera, comienza en la época invernal, cuando inicia su ciclo de reproducción estas aves en la zona pirenaica. Los técnicos involucrados en este proyecto rescatan los huevos de los nidos de las parejas con un alto índice de fracaso reproductor y los trasladan a un centro de cría ubicado en la provincia de Zaragoza.
"Localizamos parejas de riesgo, evitamos la muerte del embrión antes de su nacimiento, los rescatamos con ayuda de la Guardia Civil de Montaña y los trasladamos al centro de cría de Zaragoza". Pasadas unas semanas se lleva a los ejemplares al Parque Nacional de Ordesa, donde conviven con sus semejantes, de los que adquieren un patrón de conducta por imitación. Cumplidos los 90 días de su nacimiento, se envían a Picos de Europa y tras un periodo de aclimatación de aproximadamente un mes, se les deja en libertad", ha explicado a DiCYT Gerardo Báguena, responsable en Picos de Europa de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos.
Éste fue el proceso que se siguió el año pasado y el que se llevará a cabo durante las posteriores sueltas. De las dos hembras libertadas, sólo sobrevive Eva, dado que Leoncia feneció a los pocos meses de una causa que los veterinarios no pudieron determinar, "aunque su cuerpo no presentaba traumatismos ni indicios de envenenamiento", ha destacado.
Dispersión del quebrantahuesos
El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) es un ave que puede llegar a vivir 25 ó 30 años y que comienza a reproducirse a su madurez, a los siete años. Hasta esa edad, realiza movimientos de dispersión, tanto en los Pirineos, como hacia otros macizos montañosos de la Península Ibérica. Pero llegada aproximadamente a los siete años, suele regresar a su lugar de nacimiento para para reproducirse.
Uno de los objetivos de la reintroducción de este ave en la Cordillera Cantábrica es lograr que, aunque se disperese y se aleje de este hábitat durante determinados meses, transcurridos unos años y a su madurez vuelva aquí a reproducirse y, por tanto, resurjan en esta montaña los puntos de cría.
Felipe González, delegado de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife) en Cantabria, ha afirmado que el pasado verano llegó a detectarse en Picos de Europa la presencia de cinco quebrantahuesos, todos ejemplares jóvenes que llegaron desde los Pirineos, pero también desde la Sierra de Cazorla, en Jaén, en cuyo parque natural también se trabaja para su reintroducción.
El ave de los huesos
El quebrantahuesos es la única especie de ave del mundo capaz de localizar huesos y basar su dieta alimentaria en su consumo. Los ungulados salvajes y el ganado doméstico (cabras y ovejas) son su principal fuente de comida en los Pirineos. El ave debe su nombre a su particular forma de alimentarse, lanzando los huesos que no puede tragar desde el aire a los conocidos como "rompederos" para fraccionarlos y así poder ingerirlos.
Aunque se ha extinguido de varias cordilleras en las que era emblemática por la persecución del hombre y la alteración de su medio natural, ha habitado tradicionalmente en las zonas de montaña de Europa, África y Asia, y se ha servido de la ganadería extensiva para alimentarse. "En todas las montañas de Eurasia donde ha habido pastores ha vivido el quebrantahuesos. Se puede presentar como una especie que ha evolucionado de la mano del hombre consumiendo los restos de rebaño que iban dejando los pastores en los puertos de montaña. Como curiosidad, en alemán se le denomina como el buitre de los corderos", ha expuesto Báguena.
Dentro de un proyecto piloto financiado por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM), Innovación y Desarrollo Sostenible mediante la recuperación de especies en peligro de extinción, se están realizando una serie de acciones para promover la recuperación de especies amenazadas como el quebrantahuesos.
Medidas protectoras
Entre ellas se encuentra la promoción de la ganadería extensiva, muy beneficiosa para este ave, a partir de medidas como el suministro de comunicadores por radio (los conocidos como walkie talkie) para que los pastores puedan contactar con sus familias durante su trabajo en puertos de montaña en los que no hay cobertura telefónica.
También se ha creado un producto de turismo científico consistente en mostrar a los visitantes interesados cómo se desarrolla un plan de protección especial a una especie protegida, como es este ave, ha detallado Báguena