• El auge de los tatuajes ha provocado una ola de pacientes que desean someterse a tratamientos de eliminación para recuperar el aspecto de su piel. 

Madrid, 28 de febrero de 2023. La realización de tatuajes es algo que se ha popularizado entre la población en los últimos años. Para muchos, marcar su piel con algún símbolo, palabra o dibujo se ha convertido en una nueva forma de expresar su identidad, pero, en muchas ocasiones, también puede ser un error que perdura durante años. Son diversos los factores que pueden provocar el deseo de eliminar estas marcas, un diseño mal ejecutado, un mal recuerdo o, simplemente, un cambio de gusto. Es por ello por lo que muchos se plantean un proceso de eliminación de tatuajes.

Al igual que en la elección de un buen tatuador, a la hora de eliminar los tatuajes es esencial encontrar una clínica y profesional certificados para conseguir el mejor resultado posible. 

Diferencias en la eliminación según el tipo de tatuaje

Pese a que existen muchos tipos de láseres, los de picosegundos son las tecnologías más selectivas con el pigmento de la tinta y con menor riesgo a posibles complicaciones o efectos adversos. 

El láser de picosegundos requiere menos número de sesiones y fluencias más bajas por lo que, en global, es más seguro en todo tipo de pieles, respetando al máximo su integridad y evitando dañarla. Este láser emite radiación en forma de pulsos de alta potencia y ultracortos. Por tanto, produce un efecto fotoacústico que induce la rotura de las partículas de tinta que son ingeridas por parte de los macrófagos, las células encargadas de fagocitar los desechos del organismo, que las desplazan hacia los ganglios linfáticos desde donde se eliminan.  En Clínica Tufet, a diferencia de otras clínicas o centros, este tipo de láser es aplicado por la doctora Iris Flores, lo que conlleva un mayor seguimiento del proceso y una diagnosis ante posibles complicaciones mucho más rigurosa.

“Cada paciente es un mundo, por lo que hay muchos factores que pueden influir en el proceso de eliminación de tatuajes”, indica la doctora Flores. “Por ello, es imprescindible adaptar el tratamiento a la situación concreta del paciente para que su sistema inmune pueda eliminar la tinta lo antes posible. Cada tatuaje es diferente y sus características afectan directamente en el proceso de eliminación, dependiendo de la ubicación, la antigüedad, el color o incluso el tamaño”.

En el caso de los tatuajes más antiguos, la aplicación de este tratamiento es más efectiva y requiere un menor número de sesiones. La ubicación del tatuaje también es un factor determinante en su eliminación: cuanto más próximo esté el tatuaje a los ganglios linfáticos (cuello, axilas e ingles), menos trayecto tendrá que recorrer y más rápido desaparecerá. Los tatuajes de color también son marcas más complicadas de borrar. En Clínica Tufet disponen de diferente aparatología y piezas de mano que ayudan a conseguir mejores resultados a la hora de eliminar los tatuajes de color de sus pacientes, gracias a longitudes de onda específicas que se combinan para conseguir un resultado óptimo. “Los colores blanco y amarillo son los más difíciles de eliminar, aunque también los más imperceptibles a simple vista” nos comenta Iris Flores. 

Sesiones necesarias

Definir un número concreto de sesiones puede ser complicado, ya que la duración del proceso de eliminación depende de muchos factores. No obstante, la media de sesiones necesarias según la doctora Flores es de 6. Las sesiones deben aplicarse con un margen de 3 o 4 meses para dejar el tiempo suficiente al sistema inmune para eliminar la tinta.

El precio medio de este tratamiento puede variar dependiendo del tamaño del tatuaje, pero el rango de precios suele oscilar entre los 100€ por sesión, en el caso de los tatuajes de menores dimensiones, y los 500€ para los tatuajes muy grandes. Estos precios incluyen todos los láseres necesarios para conseguir un resultado final completamente satisfactorio para el paciente, ya que es recomendable combinar el láser de picosegundos con láseres fraccionados que induzcan a la formación de nuevo colágeno y mejoren la calidad de la piel y el aspecto de las cicatrices, en el caso de que las haya debido a tratamientos previos. “Mantener el cuidado de la piel en todos los niveles es esencial durante el proceso de este tipo de tratamientos”, asegura la doctora Flores.

Los cuidados posteriores a cada sesión son fundamentales para mejorar los resultados del tratamiento. La doctora recomienda lavar la zona sometida al tratamiento con agua y jabón, aplicar crema reparadora cada 12 horas, evitar roces para prevenir la aparición de costras y ampollas, además de evadir la exposición al sol durante 15 días.