A su Excelencia, Primer Ministro Kan
En nombre de Greenpeace y todos sus integrantes alrededor del mundo quisiera extender a usted y al pueblo de Japón mis más profundas condolencias en esta época de crisis.
El mundo se ha conmovido por la dignidad, el coraje y la fuerza del pueblo japonés frente a la adversidad extrema.
En este momento cuando muchos japoneses valientes y dedicados luchan por poner bajo control el complejo nuclear de Fukushima, estamos agradecidos por la pronta respuesta de su gobierno a nuestra petición de que nuestro buque insignia, el Rainbow Warrior, pueda efectuar el monitoreo de las radiaciones en la costa de Fukushima.
Entiendo que tal solicitud normalmente podría tomar muchos meses atender e interpreto su aprobación expedita como un reconocimiento del importante papel que Greenpeace puede desempeñar en la presentación al público de información independiente sobre los niveles de contaminación radiactiva.
Sin embargo, la negativa de permitir la investigación sobre la vida del mar, sedimentos y agua de mar dentro de las 12 millas de las aguas territoriales de este país reducirá seriamente la eficacia de la investigación y el nivel de información que pueden ser ofrecidos al público. Con todo respeto, pido su intervención personal para que podamos ayudar a los japoneses, proporcionando información completa, científica e independiente.
Inmediatamente después del terremoto, el tsunami y el desastre nuclear, un grupo internacional de expertos en radiación de Greenpeace dirigida por personal de la oficina en Japón llevó a cabo un seguimiento e investigación en tierra.
Todos los resultados han sido publicados en línea y han sido apreciados por funcionarios locales y la ciudadanía. Nuestros equipos en tierra llevaron a cabo el monitoreo de la radiación alrededor de 30 kilómetros fuera de la zona de evacuación obligatoria de la planta nuclear de Fukushima; mapearon la contaminación en superficie, en alimentos y en la leche. Nuestros hallazgos fueron confirmados posteriormente por las autoridades, quienes procedieron a tomar las medidas necesarias.
Sin embargo, para obtener una imagen más completa de los efectos de la radiación en el ecosistema marino, el monitoreo es vital. En este momento es importante proporcionar información independiente y transparente al pueblo japonés.
Greenpeace está dispuesto a ofrecer toda nuestra solidaridad para complementar los esfuerzos del gobierno y la sociedad civil japonesa para proteger la salud de las personas y sus medios de subsistencia.
Estaremos más que felices de seguir colaborando con el gobierno japonés, académicos y la sociedad civil para poder estar de pie junto con el pueblo de Japón en este momento, y teniendo el Rainbow Warrior a la mano para ayudar en este proceso. Esperamos su respuesta favorable a este llamado.
Le saluda atentamente
Kumi Naidoo
Director Ejecutivo
Greenpeace Internacional