La institución académica distingue a los exrectores Juan Vázquez, Vicente Gotor y Santiago García Granda, al expresidente del Consejo Social Ladislao Azcona y a los profesores Ana Isabel Fernández Álvarez, Carlos López-Otín, Julio Bobes García, Luis Fernández-Vega y, a título póstumo, a Emilio Alarcos Llorach
El rector Ignacio Villaverde califica a las personas reconocidas como “profesionales sobresalientes y comprometidos, y profesores excelsos; todos ellos entregados a sus vocaciones ligadas siempre a la universidad, todos ellos maestros de maestros”
Oviedo/Uviéu, 17 de febrero de 2023.– La Universidad de Oviedo ha entregado esta mañana sus medallas de oro a los profesores Ana Isabel Fernández, Carlos López-Otín, Julio Bobes, Luis Fernández-Vega y, también y a título póstumo, a Emilio Alarcos Llorach. La institución ha distinguido también con el mismo reconocimiento a los rectores Juan Vázquez, Vicente Gotor y Santiago García Granda y al expresidente del Consejo Social de la Universidad Ladislao Azcona.
El acto de entrega de medallas, celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Oviedo, ha estado presidido por el rector Ignacio Villaverde, que ha estado acompañado de su equipo. La máxima autoridad de la institución académica ha elogiado la trayectoria profesional de los galardonados. De ellos, ha dicho el rector que ocupan un “espacio propio y sobresaliente como miembros de la academia. Han dedicado su vida a la universidad, han hecho de ella su hogar, su destino, y con él, el de todos y todas”. Villaverde, que ha calificado a los distinguidos como “personas excelsas”, ha destacado su “trabajo metódico, silencioso, tenaz, que no espera recompensa ni premio más que el sano orgullo de haber contribuido a que este mundo sea mejor con sus hallazgos o sus reflexiones desde la universidad”. A esta categoría, ha añadido Villaverde, pertenecen los medallistas. “Profesionales sobresalientes y comprometidos, y profesores y profesoras excelsos de nuestra universidad. Todos ellos entregados a sus vocaciones ligadas siempre a la universidad. Todos ellos maestros de maestros”, ha manifestado.
El rector ha sido precedido en el uso de la palabra por un representante de cada uno de los grupos reconocidos con las medallas. Luis Fernández-Vega, en representación de los profesores, se ha mostrado agradecido por un reconocimiento que proviene de la Universidad de Oviedo, “origen de la ciencia y el pensamiento en Asturias desde hace cuatro siglos”, ha manifestado. Fernández-Vega ha hecho hincapié en que son muchos los cambios a los que se enfrentan y se enfrentarán aún más en el futuro los docentes e investigadores que forman parte de la institución académica “Permanece inalterable en nosotros –ha puntualizado—la voluntad de formar a los mejores universitarios. El nivel de excelencia impecable de mis compañeros distinguidos es el mejor ejemplo para nuestros jóvenes estudiantes”, ha subrayado.
La profesora Josefina Martínez Álvarez, viuda de Emilio Alarcos Llorach, ha recogido la medalla con la que la Universidad de Oviedo ha querido reconocer a su marido en el centenario de su nacimiento. “Alarcos –ha destacado su viuda-- dio un giro copernicano ya en la década de los 50 a la investigación lingüística, con una producción científica que marca hitos en todos los ámbitos de la filología, y dio también un golpe certero en el statu quo de la lengua”. “Hoy nadie puede hacer gramática sin conocer Alarcos; su nombre estará ligado para siempre a la Universidad de Oviedo y a la historia de la gramática de nuestra lengua. Es un humanista poliédrico, un clásico que trasciende las fronteras de la filología”, ha remarcado.
Ladislao Azcona, expresidente del Consejo Social, ha querido dar las gracias y pedir disculpas. Disculpas para aquellos que se pudieran haber sentido defraudados o incómodos en algún momento de sus ocho años al frente de la institución. Y gracias a las dos personas –Javier Fernández y Ana González—que confiaron en él y a todos los miembros del consejo. Azcona ha recordado las recientes palabras de Mario Vargas Llosa sobre el poder salvador de la novela. “Yo pienso que quien salva la democracia es la universidad porque la universidad es libertad, conocimiento, capacidad para saber más, para ser mejores… eso salva la democracia, las instituciones y los países”, ha dicho. “Quienes formáis la comunidad académica sembráis todos los días en miles de personas porque estáis seguros de que algún día esa semilla va a fructificar”, ha enfatizado.
Juan Vázquez, en representación de los rectores Vicente Gotor y Santiago García Granda, también ha tenido palabras de agradecimiento para la universidad y para quienes formaron los equipos de gobierno de los distintos rectorados, con un especial recuerdo a los ya desaparecidos Antonio Cueto y Paz Suárez Rendueles. El oficio de rector, según Vázquez, no es sencillo, pero sí apasionante. “No es fácil llegar y no es fácil salir, pero sobre todo no es fácil estar. Es apasionante porque es un privilegio y porque ha hecho de la universidad nuestra vida”, ha manifestado. En un mundo que cambia a una velocidad vertiginosa es necesario repensar el papel de la universidad. “Es indispensable la implicación activa de la universidad en la transformación social, una universidad que cultive la inteligencia, la razón y el compromiso social, que busque respuestas sin renunciar a hacerse preguntas, una universidad de sabiduría y pensamiento, de las personas y la vida, del bien ser”, ha recalcado.
También el rector Ignacio Villaverde ha tenido palabras de agradecimiento para cada una de las personalidades distinguidas con las medallas. A Alarcos, del que se conmemora este año el centenario del nacimiento, lo ha calificado como “nuestro añorado maestro que habitó en la lengua que nos une, que hizo de este fascinante atributo humano su patria”.
Sobre Como Carlos López-Otín y Julio Bobes, ha señalado el rector que han abierto caminos insospechados en la lucha contra la vulnerabilidad del ser humano: “Somos fruto de un azar repleto de fragilidades. Pero Julio y Carlos nos han mostrado la belleza en el azar de la vida”. Villaverde ha elogiado también el compromiso social de los profesores Ana Isabel Fernández y Luis Fernández-Vega. “Ellos nos dicen que la universidad no es posible sin espíritu de servicio a los demás. Que ser universitario significa también ser capaces de salir de nuestros despachos para prestar ayuda allí donde nos requieren”.
De los rectores y del expresidente del Consejo Social, Villaverde ha destacado su generosidad para entregarse a la universidad. “Tres rectores que son la historia reciente de esta universidad y que la han llevado a donde está y contribuido a definir su perfil. Nunca dejarán de ser rectores de esta universidad, nunca dejaremos de agradecerles que un día decidieron entregarse a la comunidad universitaria y alzarla sobre sus hombros. Villaverde no ha ocultado tampoco su devoción por Ladislao Azcona, al que ha calificado como un “asturiano universal que, con una encomiable discreción, trabajó de manera callada y firme para esta universidad”, ha recalcado.
A todos los distinguidos les ha pedido el rector que sigan ayudando a la universidad a desarrollar proyectos como la alianza INGENIUM o los futuros acuerdos estratégicos con el TEC de Monterrey y la UNAM que permitirán alumbrar, en un futuro próximo una gran campus mexastur.