Rihanna fue la protagonista del show de medio tiempo de la Super Bowl, el evento deportivo y musical más importante de Estados Unidos. La cantante barbadense volvió a los escenarios después de seis años de ausencia y sorprendió a todos con su voz, su baile y su vestuario. Rihanna lució un mono rojo y un body de vinilo del mismo color, diseñado por Jonathan Anderson, el director creativo de Loewe. También llevaba varios piercings en la cara y el pelo recogido en una coleta. Rihanna cantó algunos de sus éxitos más conocidos, como “Umbrella”, “Diamonds”, “We Found Love” y “Work”. El espectáculo fue un show en solitario, sin invitados especiales.
Además, Rihanna aprovechó la ocasión para anunciar que está embarazada de su segundo hijo, fruto de su relación con le rapero ASAP Rocky23. La actuación de Rihanna fue muy aplaudida y elogiada por el público y la cr´tica, que la consideraron una diosa del pop y una de las mejores artistas de la historia.