-        El vicepresidente Juan Cofiño anuncia que las obras se iniciarán en marzo y tendrán un plazo de ejecución de siete meses

-        Los trabajos de descontaminación permitirán regenerar el terreno en un espacio de alto valor ambiental

El Gobierno del Principado iniciará en marzo las obras de restauración ambiental de las escombreras de la antigua mina de mercurio María de la Encarnación, situada en Caunéu, en el concejo de Somiedo, con una inversión de 851.676 euros y un plazo de ejecución de siete meses. Así lo ha anunciado hoy el vicepresidente y consejero de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño, en una visita a la zona junto con el alcalde del municipio, Belarmino Fernández.

El vicepresidente ha explicado que el proyecto, financiado con los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resilencia, incluye la actuación sobre las dos escombreras de la explotación, producto de las labores mineras que se realizaron durante los años 60 del pasado siglo. La finalidad es devolver a estos espacios unas condiciones similares a las originales. “Se trata de una cuestión de regeneración ambiental muy relevante y más teniendo en cuenta el alto valor medioambiental del entorno, situado en el Parque Natural de Somiedo”, ha subrayado Cofiño.

Una de las escombreras, con una superficie 5.500 metros cuadrados, está ubicada a un kilómetro al noreste del pueblo, y la otra, que ocupa 2.500 metros cuadrados, se sitúa en la localidad.

En ambos vertederos se ejecutarán actuaciones comunes previas a las labores de restauración, como la adecuación de accesos, desbroces y la retirada de la cubierta vegetal. Igualmente, se realizarán sondeos para la caracterización inicial y final del emplazamiento, de cara a analizar potenciales afecciones ambientales.

En la escombrera más alejada del pueblo, que presenta mayor cantidad de material con presencia de mercurio, se llevará a cabo, entre otras medidas, el acondicionamiento geométrico con perfilado y estabilización de taludes. Además, se instalará una barrera permeable reactiva en la base, con el fin de retener los posibles contaminantes que contengan las aguas de escorrentía superficial y las de percolación. También se dotará a la zona de cunetas perimetrales, que impedirán que el agua exterior penetre y lixivie los residuos mineros. El desagüe de las cunetas se ejecutará por el fondo de la escombrera sobre un filtro verde. Finalmente, se cubrirá la superficie para su sellado con material impermeable y con una capa de tierra y cubierta vegetal.

En el vertedero más próximo a la localidad se excavarán los materiales depositados en la zona sur, que se utilizarán para terraplenado de la zona centro y norte del talud si no presentan niveles de contaminación por mercurio o metales pesados que lo impidan. Las mismas prácticas se emplearán en la zona norte.

Una vez reperfilados los taludes y gestionados los residuos, se habilitará la zona como posible área de aparcamiento, para finalizar con la extensión de una capa de asfalto y rodadura. Los taludes se sellarán con arcilla y tierra vegetal, sobre la que se realizará hidrosiembra.

El proyecto incluye la demolición de todas las instalaciones de la antigua mina (casetas, zona de compresores y centro de transformación).

Estas actuaciones de aislamiento, sellado y, en su caso, extracción de los residuos mineros, facilitarán la recuperación ambiental de la zona. De esta forma, se reducirán e incluso se eliminarán las posibles afecciones que estos materiales puedan producir sobre el suelo y las aguas.

Otras actuaciones en el concejo

Por otra parte, Cofiño ha avanzado que su departamento concluirá el próximo verano la construcción de los nuevos depósitos para el suministro de agua potable de Vil.lar de Vildas y Robléu. Estas obras, que están en ejecución, tienen un presupuesto de 114.467 euros y cuentan con financiación de los fondos europeos Next Generation EU. 

Además, Medio Ambiente ha finalizado recientemente las obras de saneamiento de Robléu, en las que se han invertido 421.870 euros. La actuación ha consistido en la ejecución de una red para la recogida de vertidos de aguas residuales domésticas de las 39 viviendas de la localidad y su conducción hasta una nueva planta depuradora de tratamiento biológico, ubicada cerca del cauce del río Pigüeña, al que se realiza el vertido final, una vez tratado. El conjunto de los colectores que conforman la red tiene una longitud de 1.575 metros.