Tener un piso bien decorado con arte y un estilo creativo es rejuvenecedor. Por eso, aquí hay tres consejos para poner manos a la obra y obtener este diseño tan preciado.
Animarse al arte
El arte no tiene porqué estar circunscrita a los museos o a las casas de los millonarios. En los mercadillos locales se pueden conseguir esculturas y pinturas de artistas locales que no son para nada onerosas. Incluso hay artistas que permiten alquilar la obra para que el cliente pueda probarla en su salón antes de comprarla.
Qué decir de los objetos que están tan bien diseñados que son casi obras de arte. Un ejemplo son las Lámparas Seletti. La marca Seletti fue fundada en 1964 por el importador Romano Seletti. En los comienzos Seletti vendía únicamente objetos traídos de Oriente, pero cuando Stefano, hijo de Romano, aportó sus ideas, incorporó a brillantes diseñadores y logró esta firma tan característica. Las lámparas de Seletti incluyen latas, monos y ratones que sostienen las luminarias. Es una forma creativa de dar una identidad joven a una estancia.
Pintar un mural en una de las paredes
Si tu intención es tener una estancia que se destaque, un gran mural en una de las paredes es una forma de conseguirlo. Los murales pueden hacerse monocromáticos, con varios tonos del mismo color o con múltiples colores.
En Youtube hay cientos de tutoriales de personas que enseñan a hacer dibujos en las paredes. Para los principiantes, recomiendan primero marcar con un lápiz o rotulador antes de colocar las trazas de pintura con el pincel. También sugieren hacer figuras simples como hojas, círculos o corazones antes de intentar hacer una figura compleja como un animal, por ejemplo. En el peor de los casos recuerda que siempre se puede pintar de blanco por encima y asunto arreglado.
Si la idea del mural no te convence, puedes colocar un papel estampado que tenga un diseño juvenil. Siempre ten en cuenta que no sea demasiado recargado para que no le de un aspecto pesado a la estancia. Incluso, hay vinílicos que van adheridos como un sticker y emulan a los murales.
Tener un rincón lúdico
La juventud debería, cuanto menos, ser más relajada que la adultez. Por eso, en una decoración juvenil tiene que haber espacio para el juego.
Una opción asequible puede ser tener un mini-billar o una estantería con juegos de mesa. Si te gusta ir más al extremo y tienes lugar suficiente, puedes conseguir una máquina de fichines tipo arcade. Combínala con algunos letreros divertidos de neón y verás que las visitas no querrán irse de tu casa.
Foto de Toa Heftiba en Unsplash