Es complicado echar la vista atrás y ver una temporada en la que, llegado el ecuador de la competición doméstica, los dos equipos asturianos mostraran tanta igualdad. Lo cierto es que ninguno de los dos puede sentirse demasiado orgulloso, pero aún están a tiempo de alcanzar mayores objetivos.
Máxima igualdad
El fin de la primera vuelta nos dejó al Oviedo y al Sporting de Gijón empatados a puntos y ocupando la decimocuarta y decimotercera posición respectivamente. La temporada de ambos, hasta el momento, es pareja tanto en estadísticas como en sensaciones.
Y estas sensaciones no son del todo buenas, por lo que el ambiente que se respira en El Molinón y en el Carlos Tartiere no es alegre que digamos. Ambos equipos tenían aspiraciones mayores que la de deambular por la zona media de la tabla e incluso coquetear en algunos momentos con el descenso.
Pero la Segunda División tiene estas cosas, y es que es complicado pronosticar a principios de temporada dónde se encontrarán los equipos cuando llega el mes de enero.
Según los últimos resultados de las apuestas deportivas, que son muchas veces el mejor termómetro para ver la situación de los equipos, es el Oviedo el que enfoca con más ánimo el segundo tramo de la temporada. Sin embargo, esto puede cambiar en cualquier momento.
Qué se puede esperar de los equipos asturianos
Lo que los pronósticos valoran del equipo ovetense es la racha que acumuló a finales del año pasado con varias victorias consecutivas. En una competición como la de Segunda División, ganar tres o cuatro partidos seguidos te saca del descenso y te mete en la pelea por el ascenso. Así son siempre los vuelcos a los que nos tiene acostumbrado la categoría de plata.
Lo cierto es que, pese a las rachas, ambos conjuntos están a tiempo de todo. Pero lo que no pueden es relajarse. En la zona baja de la tabla hay equipos que vienen pisando fuerte en las últimas semanas como el Mirandés o el Zaragoza y otros que seguramente van a mejorar sus prestaciones con el mercado de fichajes de invierno como el Málaga C. F. Esto significa que cualquier descuido terminará con uno de los dos conjuntos asturianos en una situación peligrosa de cara a perder la categoría.
Eso sí, los analistas y expertos parecen sacar a ovetenses y gijoneses de la ecuación del descenso. Por plantilla y por sensaciones, ambos están lejos de esta pelea, pero, al terminar la primera vuelta del campeonato, solo estaban fuera de la zona de riesgo por 6 puntos.
Salta a la vista que no se han cumplido las expectativas que había a principios de año con Oviedo y Sporting. Aún están a tiempo de mejorar, es cierto, pero tampoco pueden descuidar a los conjuntos que vienen por detrás y que podrían complicar sobremanera el último tramo del campeonato liguero en tierras asturianas para una afición que no se lo merece.