¿Por qué hay cada vez más inútiles e incompetentes, y además los elegimos? ¿Es más importante ser guapo que ser listo o inteligente?

¿Por qué hay cada vez más inútiles e incompetentes, y además los elegimos ¿Es más importante ser guapo que ser listo o inteligente

A menudo las personas que tienen éxito en sus carreras profesionales pueden parecer inútiles o incompetentes. Y lo cierto es que, posiblmente, lo lo son. ¿Y por qué ocurre esto? Una de las principales razones es que la confianza es más valorada que la competencia, por lo que aquellas personas que parecen seguras de sí mismas tienen más posibilidades de tener éxito. Además, muchas veces, los rasgos físicos también pueden ser importantes para el ascenso profesional, aunque no siempre sean los más adecuados para un liderazgo moderno. Otro factor es que a menudo premiamos a aquellas personas que tienen éxito en el pasado, aunque eso no garantice que tengan éxito en el futuro. Además, las personas que tienen éxito a menudo son aquellas que saben cómo jugar el juego del poder.

 

Sobre la belleza

En la sociedad actual, a menudo se da una gran importancia a la apariencia física, especialmente a la belleza. Y resulta que ser guapo es más importante que ser inteligente o tener habilidades y conocimientos.

Es cierto que la belleza puede tener ciertas ventajas en la vida. Por ejemplo, las personas atractivas a menudo reciben más atención y pueden tener una mayor facilidad para conseguir trabajos y ascensos profesionales. También pueden tener más éxito en el mundo de la publicidad y el entretenimiento, donde la apariencia física a menudo es valorada por encima de las habilidades.

 

El efecto Dunning-Kruger

El efecto Dunning-Kruger es un fenómeno en el que las personas incompetentes suelen sobrestimar sus habilidades y conocimientos, mientras que las personas competentes a menudo infravaloran los suyos. Esto se debe a que las personas incompetentes son incapaces de reconocer su propia falta de competencia y, a menudo, también tienen dificultades para reconocer la competencia de los demás. Por otro lado, las personas competentes pueden subestimar sus habilidades al creer que todos pueden hacer las cosas de la misma manera que ellos. Es importante ser consciente de este fenómeno para poder reconocer y valorar adecuadamente nuestras propias habilidades y las de los demás.

 

 

 

 

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